Una gestión distante de las promesas de campaña
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Por: Fernando Cienfugos, corresponsal de Antorcha Estéreo.

El 7 de agosto se cumplieron dos años de la posesión de Gustavo Petro como presidente. Llegó al poder con la promesa de un cambio en las costumbres políticas y privilegiar a los mas humildes en las regiones más pobres del país, lo que llevó a casi 11,3 millones de colombianos a votar por él en las urnas.

Las grandes reformas que propuso no han salido adelante, logró la aprobación de una reforma tributaria disminuida que no resolvió los requerimientos de su programa de gobierno ni tocó los intereses de los mas ricos, la reforma pensional y el plan nacional de desarrollo, tampoco cumplieron las expectativas del gobierno ni las promesas de campaña, según una resiente encuesta solo un 34,6% de los consultados aprueba su desempeños.

Los escándalos por la financiación de su campaña, su hijo Nicolás Petro llamado a juicio por enriquecimiento ilícito y lavado de dinero; su más cercana colaboradora Laura Sarabia investigada por interceptaciones ilegales; el hoy embajador ante la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) Armando Benedetti investigado por la Corte Suprema por compra de votos y corrupción y por la cancillería por presunto maltrato intrafamiliar; las graves irregularidades en la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres que involucra a ministros, funcionarios de alto nivel y particulares. Actualmente, la fiscalía general de la Nación, la Corte Suprema de Justicia y la Procuraduría General de la Nación realizan investigaciones penales y administrativas por estos hechos.

El 20 de julio, en la instalación del nuevo período de sesiones del Congreso de la República, el mandatario pidió perdón a los colombianos y asumió la responsabilidad política por los escándalos de corrupción, como el de la Unidad Nacional para la gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), relacionado con supuestos pagos a congresistas para presuntamente apoyar sus reformas.

Otro tema ha sido la posible realización de una Asamblea Nacional Constituyente, que ha sido en público uno de los caballos de batalla del gobierno durante los últimos meses. Gustavo Petro busca una reforma constitucional para Colombia o es una estrategia mediática? Las personas cercanas al gobierno no creen que eso se vaya a concretar, pero hay quienes creen, por el contrario, que la posibilidad de una Asamblea Nacional Constituyente es hoy más cercana que nunca además esta puede ser una estrategia electoral anticipada. Son dos años que terminan con la promesa de otras reformas, con las promesas de unos cambios vía Asamblea Nacional Constituyente en muchas normas e instituciones.

La paz total por otro lado no deja de ser una estrategia maquillada de la vieja formula de DDR (desmovilización, desarme y reinserción) y una estrategia para seguir con la implementación territorial de lo que Duque llamó zonas futuro y que es en plata blanca la aplicación de la doctrina de seguridad dictada por el gobierno gringo en la que la contrainsurgencia se despliega en lo económico, político y militar, esta política de paz total no solo busca la desaparición por cualquier medio de la propuesta guerrillera del ELN, también busca el exterminio de los liderazgos sociales y eso lo demuestran las cifras de muertes y el aumento exponencial del paramilitarismo, el caso de H en Nariño sera un nuevo ejemplo de como este tipo de políticas promueven el paramilitarismo en Colombia.


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