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Editorial del Frente de Guerra Urbano Nacional Comandante en Jefe Camilo Torres Restrepo

En este mes de febrero de 2019 conmemoramos el 90 aniversario del natalicio y el 53 aniversario de la caída en combate de nuestro Comandante en Jefe Camilo Torres Restrepo. El Frente de Guerrra Urbano Nacional del ELN rinde homenaje a este luchador, sociólogo y guerrillero ejemplar de la clase popular colombiana. En esta editorial conmemoramos al Comandante en Jefe haciendo un análisis crítico de la situación actual, a propósito de la amenaza de intervención del imperialismo estadounidense en Venezuela.

La visita de Duque a Trump esta semana y las conclusiones a las que llegaron, muestran con claridad el carácter dependiente y subordinado del régimen colombiano a los intereses estadounidenses. El presidente de Colombia viajó a evaluar el plan intervencionista que ha encabezado en la región los últimos meses y a prometer nuevas metas en materia de erradicación forzada de cultivos de uso ilícito. Más allá de que estos dos temas identifiquen la política neoconservadora que los presidentes representan, es claro que el interés de los EEUU es dar continuidad a la guerra económica contra Venezuela para derrocar al gobierno electo, y el interés de la oligarquía colombiana, servir a los norteamericanos para materializar la intervención.

Desde tiempos de Camilo Torres sabemos que “la burguesía colombiana es extranjerizante”, no sólo porque sus capitales están asociados directamente a capitales extranjeros, y la industria pignorada al capital estadounidense; sino porque para ellos “tiene un timbre de orgullo” el servir a los EEUU. Éstas siguen siendo las estructuras sobre las que opera el gobierno de Duque y en consecuencia la visita no podía tener otros propósitos de fondo. Por otro lado, amenazar con intervención parece convenir a Trump y Duque, al primero por sus intereses electorales inmediatos y al segundo por enfrentar en este momento una crisis de gobernabilidad. Nada mejor entonces que aparecer ante las pantallas televisivas atendiendo una “crisis humanitaria”.

La engañosa “crisis humanitaria” que EEUU y Colombia denuncian en sus medios masivos de comunicación en realidad es consecuencia de una guerra económica imperialista. Según los estudios del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica -CELAG-, la crisis fue promovida entre otras razones, por (a) el boicot económico adelantado contra Venezuela de tiempo atrás y recrudecido en el periodo de Nicolás Maduro, (b) una coyuntura internacional adversa impulsada por la caída de los precios del petroleo, (c) la estructura productiva dependiente del petroleo e incluso (d) ineficiencias de gestión, entre otras. Las medidas económicas del boicot son la principal causa y se concentraron en restringir el financiamiento internacional, especialmente el acceso a crédito, para asfixiar la economía y la sociedad produciendo el desabastecimiento a todos los niveles y la migración. Esta estrategia de presión se denomina guerra económica y es la receta imperialista aplicada, durante más de 60 años, a la población y el gobierno de Cuba (el bloqueo).

Un argumento que refuerza la falaz intervención por motivos humanitarios es la evidencia de que EEUU ha estado involucrado de tiempo atrás en los distintos intentos golpistas sobre los gobiernos electos en Venezuela, y ahora con el bloqueo pretende producir un presión interna favorable a la intervención extranjera. Las verdaderas motivaciones gringas están justificadas en razones políticas y económicas: en primer lugar, Venezuela es una fuente de recursos minerales muy importantes para EEUU, los datos indican que el vecino país cuenta con el 18% de las reservas internacionales de petroleo; el 7.4% de las reservas globales de gas; y es el quinto país con mayores reservas del mundo en hierro; entre otros minerales. En segundo lugar, la intervención persigue ponerle un límite a la influencia económica de Rusia y China sobre la región que en la última década se ha incrementado significativamente como solución parcial al bloqueo financiero gringo.

En tercer lugar, pretender detener la política soberana de los recursos naturales que inició Venezuela con la nacionalización de los recursos estratégicos de la nación y acabar con las alternativas a la dependencia del dolar en el mercado regional e internacional que la república bolivariana ha liderado los últimos años: en su momento con el SUCRE y el Banco del Sur, inscritos en el ALBA, y recientemente, con el Petro y las transacciones petroleras con otras monedas como el Yen. Este tipo de iniciativas representan una amenaza a la hegemonía estadounidense, tanto así que iniciativas similares motivaron las guerras contra Irak en 2007 y Libia en 2011, países que en su momento se propusieron un sistema de comercio internacional del petroleo que no dependiera del dolar y por tanto que evadiera el control de los EEUU. Hoy, como sabemos, la invasión extranjera tanto en Irak como en Libia han dejado países devastados por los bombardeos, con gobiernos títeres de EEUU y con consecuentes guerras internas.

La lucha por la liberación nacional y la construcción del socialismo como legado del pensamiento y práctica del Comandante en Jefe Camilo Torres Restrepo, nos llaman a ser solidarios con la resistencia de los pueblos del mundo, especialmente con aquellos pueblos que se embaten contra el imperialismo y las oligarquías internas, pues como lo planteaba el Comandante en Jefe, para lograr la liberación de Colombia y Latinoamerica es importante contar con los enemigos de nuestros enemigos. En consecuencia los herederos de Galán, Bolívar, Camilo, el Che y Fidel estaremos siempre con la autodeterminación de los pueblos y con quienes resisten la ofensiva imperialista.


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