Carta para las compañeras y compañeros que resisten desde las cárceles #4
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6 de Octubre 2024

Compañero:

Reciba de mi parte un caluroso y fraternal abrazo, deseando que te encuentres muy bien de salud y que sigas con la fuerza y el animo para seguir luchando esta batalla de estar privado de la libertad y para recordarte que acá en este lado, estamos firmes a seguir construyendo un mundo más justo, más humano, un mundo con valores donde podamos hacer realidad nuestros sueños y utopías.

Te cuento Compañero que acá estamos caminando la palabra y el pensamiento, que por estos días no es fácil pero poco a poco lo vamos haciendo por cada uno y cada una de ustedes, porque mientras hay vida, hay esperanza y debemos disfrutar hasta de la peor de las derrotas, porque lo damos todo, porque peleamos hasta el último suspiro y eso nos hace más fuertes, más grandes.

Compañero con todo el afecto, te quiero compartir un poema que me gusta mucho y que espero que a usted le llegue a el alma, y para que cada que lo quiera leer, recuerde que no esta solo, que habemos muchas personas que lo extrañamos, que lo tenemos siempre presente en cada una de las luchas diarias por esta bella construcción.

HOMBRE QUE MIRA AL CIELO

Mientras pasa la estrella fugaz

acopio este deseo instantáneo

montones de deseos hondos y prioritarios

por ejemplo que el dolor no me apague la rabia,

que la alegría no desarme mi amor,

que los asesinos del pueblo se traguen

sus molares caninos e incisivos

y se muerdan juiciosamente el hígado.

Que los barrotes de las celdas

se vuelvan de azúcar o se curven de piedad

y mis hermanos puedan hacer de nuevo,

el amor y la revolución.

Que cuando enfrentemos el implacable espejo,

no maldigamos, ni nos maldigamos,

que los justos avancen

aunque estén imperfectos y heridos.

Que avancen porfiados como castores,

solidarios como abejas,

aguerridos como jaguares

y empuñen todos sus noes

para instalar la gran afirmación.

Que la muerte pierda su asquerosa puntualidad,

que cuando el corazón se salga del pecho

pueda encontrar el camino de regreso.

Que la muerte pierda su asquerosa y

brutal puntualidad.

Pero si llega puntual no nos agarre,

muertos de verguenza.

Que el aire vuelva a ser respirable y de todos

y que vos muchachita sigas alegre y dolorida

poniendo en tus ojos el alma

y tu mano en mi mano

y nada más,

porque el cielo ya está de nuevo torvo

y sin estrellas

con helicóptero y sin dios.

Bueno Compañero, espero le guste el escrito y de nuevo le envío mi abrazo fraterno.

Con todo el cariño, una compañera que lo aprecia desde la distancia.

 


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