Por: Antony Beltrán, corresponsal de Antorcha Estéreo.
Miguel Ángel López Rojas, funerario que fue masacrado junto con su esposa Zulay Duran Pacheco y su pequeño bebe de 9 meses de nacido, la noche de este miércoles 15 de enero, llevaba varios días temiendo por su vida. Algunos amigos aseguraron que el pasado domingo 12 de enero, luego de llegar a Cúcuta, les habría dicho que a el lo podían matar en cualquier momento. A pesar de eso, el pasado martes 14 de enero, Miguelito como le decían de cariño, celebro su cumpleaños numero 41. ese día estuvo con varios de sus amigos del gremio de funerarios compartiendo. El festejo se prolongo por varias horas, luego se marcho a dormir porque al siguiente día debía de retornar a Tibú. En la tarde del 15 de enero se alisto y luego de subir al carro a sus dos hijos y esposa, arranco con rumbo a su destino, siendo las 4:30 de la tarde.
Pasada las 6 pm, cuando iba llegando a la entrada de la vereda la Llana, zona rural de Tibú, Miguelito había visto a varios hombres armados en motocicletas, lo que le preocupó. Al parecer, López Rojas aceleró y los sicarios dispararon indiscriminadamente, sin compasión a todos los que se encontraban dentro del vehículo, El, su esposa y su bebe murieron al instante, mientras que el otro hijo de 9 años se salvo, porque se había cambiado de puesto en la parte de atrás del carro.
Este hecho de horror provocó la indignación de toda la población de Norte De Santander y su área metropolitana, pero los medios de comunicación que manipulan la verdad y defienden los intereses de la élite burguesa, culparon al ELN de esta atrocidad, queriendo desviar la atención del pueblo colombiano, aprovechando ese momento para señalarnos, buscando deslegitimar nuestra organización revolucionaria, insurgente y popular, que ha luchado por una vida digna para el pueblo, que posee principios y valores humanistas, que ha estado y estará por siempre del lado de los empobrecidos y olvidados por un Estado corrupto que día a día sigue sembrando terror he injusticias en nuestra tierra colombiana.
Los compañeros y compañeras del Frente de Guerra Nororiental del ELN, desmienten y aclaran a través de un comunicado que no somos los responsables de la masacre de esta familia, hacen la denuncia que la acción fue perpetrada por el denominado Frente 33 de las ex FARC. Este crimen seria la gota que rebosó el vaso, para que nosotros utilizáramos las armas contra ellos después de muchos diálogos y acuerdos incumplidos, nosotros estamos para defender la vida de aquellos inocentes que han sido asesinados y atropellados a manos de estos hombres y mujeres que se hacen llamar «guerrilleros», pero que realmente funcionan como una banda al servicio del narcotráfico, sembrando miedo en la población.
Siempre seremos coherentes con lo que decimos, estamos comprometidos con el pueblo, con la defensa del territorio y la vida de las comunidades de la región del Catatumbo.
La región del Catatumbo jamás será zona de influencia del narcoparamilitarismo…Es un histórico acumulado político-militar que el pueblo y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) sabrán defender!!!