La desaparición forzada,cumple la función de inyectar terror en las comunidades, siendo empleada sobretodo contra opositores políticos, sindicalistas, estudiantes, ambientalistas, sociólogos y todo aquel o aquella que alce un reivindicación social. También se extiende el crimen de desaparición forzada contra mujeres que son desaparecidas tras ser violadas y contra los campesinos víctimas de los asesinatos de civiles mal llamados “falsos positivos”.
La desaparición forzada en Nuestra América es la herramienta de destrucción de la vida de los pueblos para apropiarse de su riqueza estratégica y destruir su cultura, memoria y pensamiento libertario; las clases dominantes le temen a la historia de las resistencias populares y a sus imaginarios que no podrán sacar del corazón de los pueblos, ello no lo permitiremos con el combate diario, ni el capitalismo o su arma predilecta que es el terrorismo de Estado disfrazado con el modelo neoliberal generador de guerras, despojo, o falsas paces, al que los pueblos responderemos con la unidad, la paz, la autocrítica, la movilizaciòn y la edificación del pensamiento crítico para la rebelión que exige la conquista de los cambios desde los pueblos y sus determinaciones soberanas, y contrahegemónicas.