Por: Andrés Torres Castro
A lo largo y ancho de toda Colombia existen 251 peajes, de los cuales 113 están a cargo de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), 30 concesiones a cargo del INVIAS y 78 en la modalidad de concesiones privadas. [1]
A principio del 2023 el gobierno del Pacto Histórico anunció el congelamiento del aumento en el precio de los peajes, mediante el decreto 050, el cual cubre solamente los que están a cargo de la ANI y el INVIAS, es decir, un poco más de la mitad (57%). Como el decreto salió un poco tarde, hubo confusión entre la ciudadanía porque varios ya habían aumentado la tarifa a cobrar.
Sin embargo, más allá de las buenas intenciones del presente gobierno, el problema de los peajes en el país no es tanto el aumento o congelamiento de los precios. Tiene que ver con la extensa corrupción y la persistencia de los negociantes en la construcción de la infraestructura vial de nuestro territorio, pues el desfalco histórico de los recursos de proyectos por parte de empresarios y políticos, ha significado vías deficientes con deterioro permanente, sin aportar al desarrollo de las comunidades.
En ese contexto, los peajes funcionan como mecanismo de recuperación de la inversión hecha por un privado, y se convierten en un obstáculo para el derecho a la movilidad del pueblo colombiano. Es por eso que en diferentes regiones las comunidades y sectores han levantado su voz contra éstos: En la vía de Puerto Colombia hacia Cartagena, habitantes bloquearon el peaje de Papiros, exigiendo desmontar las casetas de cobro, porque a tan solo 8 kilómetros ya existen otras casetas instaladas.[2]
En diferentes pueblos hacia el occidente de Medellín y el Urabá antioqueño hubo bloqueos por incrementos de peajes hasta en un 71,8%. En la vía de Bucaramanga hacia la costa atlántica se desarrollaron bloqueos de habitantes en el Playón, exigiendo que con el recaudo se realicen las obras necesarias para mantener las carreteras en condiciones óptimas. En Córdoba los transportadores protestaron por el alza de tarifas en la concesión Ruta al Mar, El purgatorio (Montería) y Los Manguitos (Planeta Rica). [3]
Así las cosas, las comunidades y sectores plantean tres problemáticas principales:
La primera se relaciona, con que en algunos lugares los peajes quedan muy cercanos entre sí y existen proyectos vigentes en los que la distancia es muy corta, sin justificación para el pago en esos tramos viales. La segunda tiene que ver con que la comunidad no se niega a la existencia y pago del peaje, pero no se están reflejando los recaudos en el mantenimiento y mejoramiento de las vías. Y la tercera, con el aumento exagerado de tarifas, afectando a los transportadores de todo el país y el derecho a la movilidad de millones de colombianos.
Todo esto desencadena en un agotamiento de la gente, ya que por el mal estado de las vías, los altos precios y las pretensiones de negocio, un peaje significa atentar contra derechos fundamentales, por ende en una oposición generalizada a la instalación éstos; pues el dinero de los colombianos no se ve reflejado y los dueños de las carreteras tampoco brindan soluciones. Por el contrario, profundizan propuestas dañinas como los puntos de cobro dentro de las ciudades o la ampliación del pago para quienes se movilizan en motos.
Organismos como la Cámara Colombiana de Infraestructura (CCI), advierten que no aumentar las tarifas, compromete el recaudo y amenaza la continuidad de 9 megaproyectos en el país. Pero la realidad es clara, las comunidades están contra los peajes porque no aportan a mejorar la movilidad del país y el desarrollo de las regiones.
La solución está entonces en atacar la descarada corrupción que todos esos megaproyectos contienen por el sistema cleptocrático, sostenido por las élites. La solución también necesita un debate amplio sobre el modelo económico del país y cambiar el enfoque de negocio de la movilidad, donde progresivamente los peajes no restrinjan la libre circulación de las personas, y no sean necesarios en el paisaje de las carreteras. Mientras eso no ocurra y desde las instituciones no existan soluciones eficaces para las personas, seguirá expresandose el descontento de la gente, siendo válidas las protestas, bloqueos y desmonte de los peajes como expresiones de poder popular.
[1] Peajes en Colombia 2023: Lista completa con los precios actualizados. Caracol Radio. 23 de Enero de 2023.
[2] Comunidad bloqueó peaje de Papiros en la vía al mar: Paso hasta el miércoles. Periódico El Tiempo. 6 de Febrero de 2023.
[3] Peajes en Colombia: Bloqueos y protestas en algunas regiones por cuenta de tarifas. Noticias Caracol. 17 de enero de 2023.