Editorial revista Insurrección N. 652
En días pasados el Gobierno de Duque oficializó su negativa a nombrar el equipo negociador de paz, que lo represente en la Mesa de conversaciones con el Ejército de Liberación Nacional; negativa que se suma a las múltiples declaraciones, que hace en contra del proceso de paz en curso en Colombia, desde hace seis años. Hechos que demuestran las inclinaciones belicistas del Partido Centro Democrático y la ejecución que de ellas hace el actual Gobierno; ante los cuales manifestamos que:
1- Cuando este Gobierno desconoce Acuerdos firmados entre el Estado y la insurgencia, niega que la paz debe ser una política de Estado, para que llegue a ser estable y duradera; y además con este desconocimiento, él mismo se invalida como interlocutor válido, capaz de hacer y cumplir acuerdos. Si Duque niega Acuerdos de paz anteriores, ¿Qué credibilidad tendrían los futuros acuerdos que él firme?
2- Negar Acuerdos de paz de Estado, en los que existen como testigos y Garantes de ellos, numerosos países amigos de la paz de Colombia, equivale a desconocer una institucionalidad de paz construida con la Comunidad Internacional y los marcos de legalidad internacional que ellos constituyen. Desconocimiento que es una afrenta a los organismos multilaterales y países, que han sido convocados para esta construcción de paz.
3- Desconocer Acuerdos de paz en desarrollo es muy grave, porque obligaría en el futuro a buscar otros instrumentos legales en el ámbito nacional e internacional, para garantizar que cualquier acuerdo de este tipo, de verdad sea cumplible por las partes.
4- Si este Gobierno pretende desconocer la Agenda de conversaciones pactada con el ELN y los Acuerdos logrados en su desarrollo, dejaría al descubierto la incapacidad del Estado colombiano para cumplir pactos; y cerraría las posibilidades de paz, al arrojar por la borda lo avanzado.
5- Los países e instituciones que acompañan el proceso de paz entre el Gobierno Nacional y el ELN, ameritan un tratamiento considerado y respetuoso, por tanto debemos ser las dos partes y en la Mesa -de la misma manera como les solicitamos que nos acompañaran y sirvieran de Garantes-, que les expliquemos la perspectiva de estas conversaciones y agradezcamos su valiosa contribución con la paz de Colombia. No hacerlo, sería cuando menos desconsiderado y afectaría cualquier solicitud semejante que les hagamos en el futuro.
6- El ELN es una fuerza insurgente y no está obligada a cumplir la legalidad del Estado colombiano, hasta tanto no haya un acuerdo de superación definitiva del conflicto, donde las dos partes se sientan satisfechas con lo acordado. Un proceso de paz no está sometido a imposiciones unilaterales, obliga solamente lo construido con base en acuerdos.
7- Hacemos un vehemente llamado a la unión y la lucha de toda Colombia, para no dejarse arrebatar el derecho a una paz con justicia social y por una verdadera democracia, que saque definitivamente la violencia de la política. Así mismo, reclamamos el valioso concurso de la Comunidad Internacional en este histórico esfuerzo.
8- Si definitivamente el Gobierno de Duque se niega a dar continuidad a esta Mesa de conversaciones, debe ser en la misma Mesa donde se organice el retorno de nuestra Delegación de Diálogos, con las garantías requeridas y como está acordado con la Comunidad Internacional.
9- Nuestra Delegación de Diálogos continuará en la Mesa en Cuba, a la espera de la Delegación oficial del Gobierno de Duque, para continuar el proceso de solución política del conflicto, iniciado con el gobierno anterior.
Comando Central
Ejército de Liberación Nacional
Septiembre 23 de 2018.