Por: Aura Montoya, corresponsal de Antorcha Estéreo.
‘El sonido de la gentrificación es el silencio’
Canción El remate de Alcolirykoz
‘Ciudad Paraíso’ es un proyecto de renovación urbana en el centro de la ciudad de Cali, en los barrios El Calvario, San Pascual y Sucre. Que desde el 2010 viene desplazando y violentando a las comunidades del centro de la ciudad, con el objetivo de hacer 5.951 unidades de viviendas y una nueva sede de la Fiscalía. La EMRU ahora EDRU (Empresa de Desarrollo de Renovación Urbana), entidad que desarrolla el proyecto, en cabeza de Raquel Garavito quien también ha estado en el controvertido Plan Jarillón de Cali.
La ahora EDRU, estos 14 años ha usado las herramientas de la gentrificación radical para sacar a la comunidad del barrio sin generarle garantías socioeconómicas ni vida digna. Y actualmente el proyecto ha dejado más de 2.000 personas desplazadas resultado de intereses económicos que no benefician a las comunidades del territorio.
Este proyecto ha tenido como principal herramienta la gentrificación radical al rededor de dos décadas, donde poco a poco se ha desvalorizado la tierra, desalojado la población y obligado a la comunidad a vender, pues no tuvo en cuenta los hogares, familias y personas que vivían en estos barrios. Sumando un escenario de microtráfico y violencia en el sector, además hay población en situación de calle sin atención ni intervención social a estas problemáticas sociales.
La gentrificación que busca mercantilizar el espacio público e impone formas de producción inmobiliaria desconociendo las prácticas sociales y culturales de las comunidades. Con intereses económicos para los nuevos propietarios pero dejando a un lado la memoria colectiva del territorio y la vida digna de la población. Sumado a una imagen ‘negativa’ y de estigma a las comunidades para justificar y generar legitimidad en sus desalojos y violentas formas de desplazar a las personas.
La comunidad comenta que no hubo consultas previas a la base social y algunos de los que participaron afirmaron sentirse engañados. Específicamente los 2.031 habitantes de el barrio El Calvario dicen no haber participado. (Bolaños y Cardona, 2021). El Calvario es un barrio obrero fundado desde los 30 que desde su historia ha sido significativo en la construcción social de la ciudad, como por ejemplo ser el primer barrio pionero de la plaza de mercado de Cali, sin embargo desde décadas atrás se ha identificado las brechas de desigualdad donde la elite caleña no se mezclaba con la población del barrio popular cercana al mercado.
Actualmente, la comunidad viene denunciando que en el sector se presentan problemáticas de basura, falta de iluminación, inseguridad y principalmente que no existe ninguna intervención social en el marco del proyecto ‘Ciudad Paraíso’. Las entidades lo único que han realizado es violentar a la comunidad y pagar por su silencio.
Es evidente como por décadas a las instituciones municipales y gobiernos locales, no les ha interesado resolver las problemáticas sociales de los territorios de la ciudad, como también sucedió en su momento con barrios como Potrero Grande donde no se tuvieron en cuenta la intervención social necesaria y la reubicación digna, generando nuevas brechas de desigualdad, violencia y falta de oportunidades a las comunidades como algunas de las principales causas de la delincuencia común.
La planeación urbana del territorio y proyectos de la renovación urbana solo demuestran cómo las instituciones y la oligarquía de este país mueve a su beneficio las comunidades y busca garantizar sus derechos. La falta por ejemplo de oferta cultural y garantía de derechos como la educación en territorios vulnerables como la ladera, el jarillón o distrito de Aguablanca en Cali, evidencia la necesidad de transformaciones estructurales para generar oportunidades para los jóvenes.
Herramientas que quieren mantener la desigualdad social como la gentrificación, seguirán siendo mecanismos de la oligarquía en toda latinoamérica y el mundo. Bajo esa realidad tendremos que actuar desde las ciudades donde los ricos quieren seguir desplazando a las comunidades de la clase popular, denigrándola y estigmatizándola. Será necesaria la organización y el fortalecimiento del tejido social para enfrentarles, construyendo alternativos sociales y políticas que nos lleven a una justicia social, a una manera digna de habitar la ciudad y los territorios.
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Referencias:
Bolaños, J.E y Cardona O.F (2023). Visibilización del proceso de gentrificación acaecido en el centro histórico de Santiago de Cali, Valle del Cauca. Revista ACTITUD, 19 (1), 32 – 40.