
Por: Mauricio Henao, corresponsal de Antorcha.
Hace algunos días, en nuestra Cali Rebelde se volvieron a escuchar los gritos estudiantiles de protesta en varios recintos académicos de la zona urbana de la ciudad.
Los primeros fueron en el INEM, quienes reclamaban la reincorporación del personal que se encargaba de mantener los baños en óptimas condiciones a cambio de un valor monetario.
Los segundos fueron en el colegio Santa Fe, aquí los reclamos estaban en contra del decreto expedido por la secretaria de educación local, en el que se exigía la entrega de 200 plazas de docentes y de 5 coordinadores en toda la ciudad, y del cual obviamente el colegio debía cumplir con una cuota de plazas.
El tercero y último hasta el momento ocurrió en el FCECEP, en el que los reclamos son primordialmente porque no se han iniciado clases a pesar de ya haber cobrado la matrícula, y del que se obtiene como respuesta que se están enfrentando a una extinción de dominio y a una crisis financiera.
Estos reclamos, aunque pareciesen de primer momento no tener relación alguna, responden fundamentalmente a la crisis a la que ha sido llevada la educación pública en todos sus niveles para lograr el sueño tan adorado de la burguesía del país, la privatización de la Educación.
El caso del INEM nos deja a la luz una problemática que está vigente en casi todos los colegios públicos del país, la falta de inversión en infraestructura y personal capacitado para mantenerla, ya que al no tener el colegio los recursos necesarios para poder invertir en más baños y en personal, se ven obligados a encontrar soluciones como la de cobrar la entrada al baño para poder brindar este servicio de la mejor manera posible.
En la realidad del colegio Santa Fe, vemos reflejado algo fundamental, y es el interés por cada vez restarle más recursos a los colegios públicos por parte de las administraciones locales de las ciudades dirigidas por fachos con sus políticas neoliberales, además de mostrar la crisis demográfica a la que nos estamos enfrentando principalmente por problemáticas creadas por el capitalismo y que tienen que ver con los grandes retos a los que se enfrentan quienes deciden tener hijos en un sistema que acumula para unos pocos dejando migajas para las mayorías.
Con el FCECEP la situación es más compleja, pues se enfrentan a varias problemáticas a las que deben responder. La primera es la situación de las matrículas y el NO inicio de clases, ya que las directivas dicen que no se ha podido iniciar por la extinción de dominio y la crisis financiera, y a su vez hacen un reclamo que el ministerio de educación dirige hacia la SAE, en el que plantean que hace mucho tiempo se dio la «orden» de designarle tierras a esta institución para que sigan ofreciendo el servicio educativo.
Pero bueno y esto, ¿En qué se relaciona?
Cómo podemos ver una vez conocidos los contextos, todo se deriva de una falta de interés por parte de la actual administración de Cali dirigida por Alejandro Eder en invertir en la educación pública para así lograr con su deterioro: la privatización.
Esto queda en evidencia cuando revisamos las formas en las que sus lacayos ubicados en la secretaria de educación han dado «solución» a las problemáticas escolares, pues es allí es dónde encontramos que se prioriza la inversión de la educación de cobertura (colegios privados pagados para recibir estudiantes empobrecidos) en vez de la inversión en estrategias que permitan que esos mismos estudiantes lleguen a la educación pública y se les brinde este derecho de la manera más digna, pero esto, no es únicamente un capricho de el niño Eder, sino que responde a ese afán casi fascista de borrar por completo cualquier lugar en el que se construya el libre pensamiento y el pensamiento crítico, ya que al ser armas fundamentales en contra de la avanzada de la derecha en el mundo, les resulta incómodo tenerlas dentro de lo que ellos consideran territorio que está a su mandato.
Con este panorama es evidente que nos queda mucho trabajo por hacer desde todos los frentes, pues es necesario hacerle entender al pueblo que las migajas que la burguesía nos está dejando tarde o temprano acabarán y las problemáticas se profundizarán.
Es por eso que hay que avanzar con las luchas del pueblo, acompañándoles con nuestro trabajo no únicamente desde las barricadas, sino también y mucho más en la creación de propuestas que puedan llegar a solucionar lo que hoy les es un obstáculo para vivir dignamente.
Hay que ir adelante no solo en la protesta, sino en la batalla de las ideas en contra de la mentira en la que han metido al pueblo en la que se le hace creer que la solución a los problemas que los mismos capitalistas crearon, es la privatización de servicios que son indispensables para el desarrollo humano de la sociedad.
Al igual que con las armas, tenemos que lograr la insurrección en el sentido común de las personas, compartir lo necesario para que ellos conozcan a lo que nos enfrentamos, cómo podemos hacerlo y los futuros que nos esperan una vez lograda la liberación de los pueblos, pero esto, solo lo haremos estando hombro a hombro con el estudiante, con el obrero, con el campesino, construyendo el camino revolucionario por el que nos hemos decidido y del que estamos convencidos nos llevará a la vida digna para todxs. ¡Siempre junto al pueblo!