
Zamir Torres, corresponsal de Antorcha.
Familiares de víctimas de desaparición forzada en Huila, honraron la memoria de sus seres queridos al recorrer la ruta de la Memoria en Pitalito, el cementerio de San Antonio de Padua, reconocido como un camposanto, se convirtió en un espacio de memoria lleno de fotografías de acciones humanitarias. En este espacio se encontraron familiares de las víctimas y organizaciones de familias que caminaron con rosas blancas por el cementerio como símbolo de recuerdo y dignidad.
Esta es una iniciativa que la viene realizando “Ruta de la Memoria” quienes tienen como objetivo resignificar los cementerios como lugares de memoria y esperanza para las víctimas. Estas familias que participaron en medio de la caminata recordaron a sus familiares desaparecidos.
Esta intervención al cementerio de Pitalito que se adelantó entre los días 19 y 29 de agosto, contó con la participación de exintegrantes de las fuerzas armadas de Colombia responsables por asesinatos y desapariciones forzadas presentadas falsamente como bajas en combate en el departamento del Huila. La participación de estas personas involucradas en los falsos positivos dentro del espacio de Memoria es para apoyar las labores de recuperación de cuerpos no identificados en el cementerio San Antonio de Padua.
Dentro del cementerio de San Antonio de Padua de Pitalito existe un registro de 87 cuerpos de personas no identificadas y no reclamadas que corresponde a las personas dadas por desaparecidas en diferentes departamentos del suroccidente colombiano y otros municipios del Huila bajo el contexto de conflicto armado.
En la primera intervención al cementerio que se realizó en 2024, la unidad de búsqueda recuperó 23 cuerpos de los cuales 4 fueron entregados a los familiares en departamento del suroccidente colombiano, según las cifras entregadas por la unidad de víctimas dentro del departamento del Huila, más de 1.575 permanecen desaparecidas.
Estas ejecuciones extrajudiciales mal llamadas ‘falsos positivos’ que se han presentado a lo largo de la historia de nuestro país, son evidencia del terror y violencia que el pueblo colombiano ha tenido que enfrentar porque unos pocos en el poder han querido silenciar e impartir terror desde una ideología fascista. En respuesta a este accionar para estatal, el pueblo sigue construyendo y rescatando su memoria. Las iniciativas y la lucha organizada en defensa de la vida y la memoria son uno de los muchos caminos que lograrán dignificar la verdad y nos acercarán a un país con justicia social.