La minería ilegal se sigue apoderando de los farallones de Cali
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Por: Camila Villamizar, corresponsal de Antorcha.

Cali a pesar de seguir siendo centro de espacios de debate sobre el medio ambiente, también sigue siendo la capital de los 7 ríos que no son protegidos, y en su lugar son explotados, contaminados y saqueados por los ricos de la ciudad. La capital del valle, sigue siendo víctima de la minería ilegal, la contaminación de sus ríos y el aprovechamiento de sus bienes naturales para beneficio de la oligarquía caleña.

Por un lado, con la minería las autoridades han presentado supuestos operativos, afirman que hay más de 100 uniformados en los farallones pero la minería ilegal continúa y en lo que va corrido del año solo han logrado capturar 6 personas por explotación ilícita de yacimientos. Y supuestamente se ha tenido mayor ‘control’ de los corredores de acceso, cuando en realidad se sigue y sigue encontrando e incautando maquinaria amarilla.

Y además, el Ministerio de Defensa hace unos días se realizó una reunión de seguridad con MinDefensa en el municipio de Palmira, con el objetivo de contrarestar la violencia en ciudades como Buenaventura, Jamundí, Palmira, Florida y Pradera, varias ciudades del Valle donde según afirman las autoridades se vive ‘una guerra híbrida entre narcotráfico, microtráfico, minería ilegal y contrabando’, y donde actualmente han aumentado las acciones de las disidencias de las FARC contra la población civil y el medio ambiente, con acciones terroristas, minería ilegal y narcotráfico.

Mientras que por otro lado, a lo que el alcalde Eder, sigue sin resolver ni dar garantías, pues no son solo los farallones los que han presentado fuertes problemáticas, como el agua donde desde hace ya unos meses comunidades en la ladera de la ciudad se han visto obligados a movilizarse para alzar su voz en denuncia pues las concesiones para el suministro de agua del río Meléndez, tiene una desigualdad y un evidente saqueo por parte del Club Campestre de Cali, donde 60 litros de agua por segundo se destina a dicho club para atender 6.000 ricos que puedan meterse a una piscina o se puedan regar las tantas hectáreas de campo de golf que tienen; mientras la población que necesita el sustento de agua para SUBSISTIR solo cuenta con 12 litros por segundo para 9.000 personas con Acuabuitrera o Emcali que cuenta con 300 litros por segundo para atender 155.000 personas.

Es así como la sucursal no solo es afectada por parte de las disidencias de las FARC y otras bandas, con las acciones terroristas contra la población civil, sino que también sus bienes naturales son atropellados y explotados con la minería ilegal. Agregándole la cereza del pastel con un gobierno local que gobierna para los ricos, y no solo garantiza seguridad para las familias de la oligarquía caleña y los sectores de la ‘gente de bien’, sino que los bienes naturales como el agua son explotados por estos mismos grupos.

Sigue siendo evidente como los ricos quieren todo regalado, pero exigen que la clase popular sea la que regale su fuerza de trabajo y viva en la miseria. Mientras ellos se roban el agua, la tierra y aceitan las condiciones para que el narcotráfico y el microtráfico se mantenga, dejando actuar a diestra y siniestra a las bandas narcoparamilitares que buscan controlar territorios y apoderarse de los mismos sembrando terror al pueblo.

Mientras estas situaciones sigan siendo una realidad de las ciudades y la sucursal seguiremos enfrentando desde nuestras legítimas acciones políticas y militares hasta que logremos avanzar hacia un país con justicia social para todos y todas.


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