
Por: Carlos Buitrago, corresponsal de Antorcha Estéreo.
Para la administración de turno en Santiago de Cali, en cabeza de Eder «el gris» (apodo por su política cultural de censurar las expresiones artísticas de memoria popular), los verbos recuperar y reconciliar son chivos expiatorios para no hacer muy evidente su apuesta ideológica por imponer un modelo de ciudad óptimo para la clase dominante y el ecosistema social que permite su existencia.
En lo corrido de este 2025 se ha hecho evidente el fracaso de su política de seguridad y movilidad en cabeza de Gustavo Orozco, el secretario de movilidad que ha prometido sacar a Cali de la anarquía en la que quedó luego del levantamiento popular del 28 de abril, sin embargo las cifras de su propio Observatorio de movilidad sostenible revelan su pésima gestión: la accidentalidad y evasión aumentaron un 18% a comparación del año anterior, al igual que los fallecimientos por estos hechos.
Según «Eder, El gris» la estrategia de los controles por parte de la secretaria de movilidad y transito no son para perseguir sino para salvar vidas y prevenir accidentes; las cifras mencionadas y el descontento social nos muestran lo contrario: ha aumentado la persecución en contra de la mayoría popular, en un principio contra los vendedores ambulantes en el centro, ahora contra el transporte colectivo informal como los piratas tan vitales para las periferias, los «motorratones» en los barrios y las mayorías trabajadoras que a duras penas han tenido para la gasolina de su vehículo.
Por obra de medidas impopulares como el aumento de cámaras de fotomulta, los puestos de control y las recientes amenazas de embargo a quienes los evadan, la Policía de Transito se ha posicionado como un actor negativo para la gente, demostrando la contradicción de estas políticas con sus supuestos objetivos de reconciliación o recuperación.
Ahora son comunes las escenas de puestos de control donde guardas o el mismo secretario Gustavo (quien se ha tomado personal el ejercicio de la autoridad) son increpados por veedores ciudadanos, llegando a procesos de investigación con la Personería distrital. También las agresiones por parte de la comunidad contra guardas y el secretario, como muestras de rebeldía frente al autoritarismo de estas medidas.
El autoritarismo de «Eder, El gris» por medio de su secretario de movilidad entra en contradicción con las formas de vida de la gente y pone en evidencia su verdadero enfoque, que no es asegurar unas buenas vías en los barrios populares o un transporte público eficaz y realmente público, sino servir de apoyo a su estrategia de seguridad y control donde se proyecta el modelo de ciudad donde se sienten cómodos, sino comparemos estas medidas con las propuestas en el reciente Plan conjunto entre Alcaldía y Gobierno Nacional.