Hoy hace 55 años, el 4 de Julio de 1964 emprendimos la Primera Marcha guerrillera con la que fundamos el Ejército de Liberación Nacional.
Nos levantamos en rebeldía y nos constituimos en una fuerza guerrillera guiada por principios socialistas; desde ese momento hemos estado comprometidos con las aspiraciones de paz, justicia social y definitiva independencia de Colombia.
Ha sido un camino de dura lucha y resistencia, no exento de errores y desenfoques; en el que siempre han primado los criterios altruistas, los sueños por una Nueva Colombia y por las mejores causas de la humanidad.
Nuestra lucha ha desarrollado el derecho a la rebelión como camino que a los empobrecidos y excluidos, nos han impuesto las clases dominantes, en su afán por mantenerse en el poder y al servicio del imperialismo norteamericano.
La sociedad colombiana necesita abrirse paso hacia un futuro de paz con transformaciones sociales, políticas y económicas, que sirvan a las mayorías y a los intereses nacionales; para avanzar hacia la paz y una democratización el principal obstáculo está en el actual Gobierno de ultraderecha y en el régimen de dominación oligárquico.
En sólo 11 meses de éste Gobierno ha recrudecido el extractivismo, el desalojo del territorio y la destrucción ambiental, priorizado la erradicación forzosa de cultivos de uso ilícito y su fumigación con el Glifosato.
Uribe y Duque han reforzado la doctrina operacional de las Fuerzas Armadas para sofocar violentamente la protesta social y la oposición política, con lo que propicia una mayor violación de derechos humanos y la perpetración de Crímenes de Lesa Humanidad contra la población indefensa, en una verdadera Guerra Contra la Sociedad que ya logra un desastroso exterminio de líderes sociales y ex combatientes.
Este Gobierno está llevando el país por los senderos más extremos de la perpetuación de la guerra, una mayor incondicionalidad hacia los intereses de los Estados Unidos, atenta contra la continuidad del Proceso de Paz, ataca el camino de la solución política del conflicto, ha cancelado el Proceso de Conversaciones con el ELN y desecha nuestra oferta de pactar un nuevo Cese Bilateral al Fuego.
En síntesis ha acrecentado los mayores problemas del país, la violencia política de los de arriba, la negación de soberanía y la inequidad social.
Por fortuna en el país hay nuevas realidades, Duque y Uribe enfrentan serias dificultades para gobernar, han sufrido varias derrotas políticas, los presiona la sociedad con una oposición creciente e importantes movilizaciones; la economía de ellos no está marchando bien y el nivel de aceptación de Duque ronda el 29 por ciento.
Las grietas de los planes de guerra de Trump y Uribe son una oportunidad para seguir la lucha defendiendo la paz, la solución política, los cambios y mejores rumbos para Colombia.
Estamos abiertos al intercambio, a escuchar, a juntar fuerzas y clamamos por la convergencia y la unidad entre todos los que queremos los cambios; convocamos a acrecentar una poderosa corriente de oposición y lucha contra la guerra imperialista y la democratización del país.
Reiteramos nuestra disposición a transitar un camino de solución política del conflicto, a pactar transformaciones, sacar la violencia de la política y reiniciar conversaciones con el Estado sin precondiciones ni exigencias unilaterales.
Estamos por realizar Acuerdos Humanitarios de inmediata ejecución, por acordar un Cese Bilateral que reduzca la intensidad del conflicto, que lleve un alivio a las regiones y a las poblaciones más afectadas por la guerra.
En este 55 Aniversario de nuestra fundación reafirmamos la validez de la rebeldía ante unas clases dominantes cebadas en su guerra contra la sociedad, que nos obliga a los revolucionarios a resistir y a luchar junto el pueblo por el poder, dentro de nuestro carácter de fuerza rebelde levantada en armas.
¡Colombia para los trabajadores!
¡Ni un paso atrás, liberación o muerte!
Comando Central
Ejército de Liberación Nacional
Montañas de Colombia Julio 4 de 2019