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Editorial Revista Insurrección N° 986
Comando Central (COCE)
El ascenso de Camilo Torres como dirigente popular alcanzó una cima muy alta como referente revolucionario en 1965, cuando en el Mensaje a los cristianos escribió que “la Revolución es la forma de lograr un gobierno que dé de comer al hambriento”.
El liderazgo alcanzado por Camilo es producto de su testimonio como cristiano revolucionario, como sociólogo comprometido con la clase popular y de la lucha de él como un socialista que busca caminos colombianos.
Iniciando 1965 el pueblo sufrió un desengaño, analizado por Camilo: “el Paro Nacional del 25 de enero es la culminación de una levadura social que fue vendida a las oligarquías”, porque el ascenso de la lucha popular había sido entregado a la clase dominante, por unos dirigentes sindicales, que impidieron tal Paro Nacional. Para evitar que se cayera en la desesperanza, Camilo se lanzó a una campaña política nacional, para movilizar al pueblo y crear un Frente Unido del Pueblo, con propósitos claros:
“La obra de Bolívar está sin terminar, porque nosotros salimos de la dependencia de España para caer en la de Estados Unidos, con el agravante de que en esta nueva dependencia saca tajada la clase dirigente y por eso la propicia y la defiende en contra de los intereses de las clases mayoritarias”. “Estoy dispuesto a luchar por objetivos comunes: contra la oligarquía y el dominio de los Estados Unidos, para la toma del poder por parte de la clase popular”.
Camilo repitió hasta el cansancio que los revolucionarios deben aprender del pueblo y oírlo: “Soluciones no nos faltan: hablemos con el hombre de la calle, con el chofer de taxi, inclusive con el limpiabotas, hablemos con el campesino y, en términos tal vez no muy científicos, pero sí llenos de sentido común, nos dirá en cinco o seis frases dónde están las soluciones de nuestro país”. “El pueblo es quien nos enseñará cómo debemos realizar la unión”.
A buscar la unidad de las fuerzas populares, Camilo dedicó sus mejores esfuerzos en ese 1965: “Necesitamos la unión por encima de los grupos”. “La unión debe hacerse por encima de las ambiciones personales”. “La clase popular que no cuenta sino con la superioridad numérica, es pulverizada por los dirigentes de los diferentes grupos progresistas que, muchas veces, ponen más énfasis en las peleas que tienen entre sí que en su lucha contra la clase dirigente”. “La conciencia, actividad y organización que nosotros debemos promover en la clase popular nos exigen tener unidad de conciencia, unidad de actividad y unidad de organización entre nosotros mismos. Las rencillas de grupos y los personalismos desconciertan a esa masa”.
Seis décadas después, el mensaje revolucionario de Camilo mantiene plena vigencia en su llamado a comprometerse con la clase popular, a unir esfuerzos para transformar a Colombia y colocar el gobierno a servir a la mayoría de la gente.
Como Ejército de Liberación Nacional (ELN) somos conscientes de la crisis que sufre el gobierno progresista, pero ello no puede entenderse como el fracaso de los esfuerzos para cumplir el Mandato de cambios que instauró el Estallido Social de 2021. En esta coyuntura también surgen críticas al ELN por los enfrentamientos con las llamadas disidencias de las otrora Farc, ante las cuales, hacemos las siguientes aclaraciones:
1- Respetamos la decisión de las extintas Farc de desmovilizarse, así no la compartamos.
2- Valoramos a los ex combatientes de las Farc que prosiguen la lucha por la vía de organizaciones sociales y políticas del pueblo, los firmantes de paz no son un objetivo militar del ELN.
3- Rechazamos el reciclaje de la violencia por parte del establecimiento y que con antiguos integrantes de Farc conformen bandas, disidencias y mafias, para hacer delincuencia común y tratar de hacerla pasar como delitos políticos de revolucionarios.
4- Llamamos a los distintos sectores de la sociedad colombiana, para que hagan conciencia de este desvirtuamiento de la lucha política revolucionaria y para que no les brinden apoyo a estas bandas que se camuflan bajo el nombre de las antiguas Farc.
5- Buscaremos neutralizar a las disidencias y bandas, que bajo el nombre de las extintas Farc realizan acciones paramilitares contra las comunidades.
6- Denunciamos que las Fuerzas Armadas estatales en el desarrollo de su plan contrainsurgente, usan bandas y disidencias para perseguir y atacar a líderes sociales y a unidades del ELN.
Revista completa: https://eln-voces.net/?p=13970