Por: Comando Central (COCE)
Amenazaron con incendiar al país si apresaban al caudillo y lo están haciendo por medio de masacres, con las que persiguen silenciar y sofocar la movilización de la sociedad, que busca la paz y cambios para Colombia.
Entre el 10 y el 22 de agosto han asesinado a 19 campesinos, 15 jóvenes y 5 indígenas, en masacres donde mataron 2 personas en Leyva (Nariño), 5 en Cali, 3 en Corinto (Cauca), 8 en Samaniego (Nariño), 3 en Ricaurte (Nariño), 8 en Tambo (Cauca), 5 en Caracol (Arauca) y 6 en Tumaco (Nariño).
Los dueños de plantaciones de caña de azúcar que ordenan las matanzas en Cali y el Cauca pertenecen a Asocaña, mientras los terratenientes ganaderos de Arauca están asociados a Fedegan; estos 2 gremios de patronos y otros similares son seguidores devotos del ex Presidente Uribe.
La Corte acaba de llamar a indagatoria a Uribe por la masacre de El Aro en 1997, con la que inició a despejar el terreno para construir la colapsada represa de Hidroituango. En abril de 2019, persistía Uribe en la misma táctica cuando ordenó a Duque como enfrentar las protestas indígenas en el Cauca: “si la autoridad firme implica una masacre es porque del otro lado hay violencia más que protesta”.
Lo que hoy rechaza Colombia es el modelo de régimen que logra cohesión social por medio del odio y el miedo, que en los tres Gobiernos de Uribe le dan el nombre de Seguridad Democrática, la que en el Consejo de Seguridad Nacional (CSN) de Estados Unidos nombran como Plan Colombia, y para publicitar la última versión de este Plan visitaron Bogotá los del CSN la semana pasada.
El Gobierno de Trump en abierta injerencia en asuntos internos de Colombia ha salido en defensa de Uribe y trata de disolver el rechazo nacional al ex Presidente, al mostrarlo como intentos de “desestabilización del país”; cuando es la oleada de terror que adelantan los seguidores de Uribe, la que busca sembrar el caos, para que nada cambie en Colombia. Duque visitó antes de ayer a Samaniego y a una sola voz la gente le exigió respeto por el Proceso de Paz, ojalá el mandatario escuche a las mayorías nacionales que luchan por la paz que significa cambios y transformaciones, y deje de seguir la agenda de Trump y Uribe.
Editorial de la Revista Insurrección Nº 753