Capítulo 10: La esquiva meta [Cdte Antonio García]

La paz con el ELN y los regateos del gobierno

Antonio García, Primer Comandante del ELN

XII Ciclo
Construir un acuerdo sobre el Quinto Punto nos llevó 7 ciclos de reuniones en las que duramos 6 meses. Ahora, sólo faltaba el Sexto referido a la Implementación y el Diseño del proceso. Todo parecía estar a la vuelta de la esquina, pero resultó más difícil de lo esperado.

Luego del receso obligado, regresamos a un área segura. En esta oportunidad, como en casi todas las anteriores, la mitad del tiempo se nos fue en viajes y desplazamientos, en los cuales poco podemos
dedicarnos a preparar el siguiente ciclo y cuando terminamos de acotejarnos ya es tiempo de volver a las reuniones con el Gobierno.

Estuvimos de regreso el 2 de septiembre, en la tarde llegamos a Maracay, Venezuela; en la mañana del día siguiente iniciamos las reuniones. En las Delegaciones seguíamos los mismos, también llegaron los países Garantes y Acompañantes: Venezuela, Ecuador, Noruega, Cuba y Chile.

Las relaciones en la frontera entre Colombia y Venezuela se volvieron conflictivas hacia finales de agosto e hicieron crisis el 7 de septiembre con el cierre de la frontera. Estas tensiones incidieron de
una u otra manera en la Mesa, pero también ella se convirtió en un frágil puente, donde los dos países podían encontrarse.

En los primeros días de este ciclo, la construcción de acuerdos, fluyó con buena dinámica. Las diferencias sobre el punto de Implementación, en el desarrollo de las discusiones, se superaron sin mucha dificultad. Nuestra Delegación argumentó que la paz no depende de la firma del acuerdo, sino que lo determinante es poder transitar de una situación de confrontación armada a una de acción política sin violencia. Ese proceso no se sella con la firma de un acuerdo, sino que es una dinámica gradual, donde la implementación de los acuerdos se encarga de hacer la transición en la realidad.

En plenaria, no sólo se identificaron los puntos, sino que además el Gobierno aceptó la exposición de contenidos que hicimos. También vimos conveniente conversar el tema sobre Sedes, Garantes y Acompañantes para la Fase Pública sin la presencia de los países para evitar incomodarlos.

Cuando pasamos a trabajar en Comisión de Redacción para construir acuerdos sobre los puntos que dábamos por acordados, el Gobierno cambió sus puntos de vista ya aceptados en plenaria. Este movimiento en reversa dejó en claro que no quería establecer acuerdos en Venezuela, era mejor dilatar y evitar que desde ahí se anunciara el inicio de la Fase Pública.

Volvimos a discutir en plenaria los subpuntos sobre Pedagogía de Paz. En uno de ellos referido al «trato considerado y respetuoso entre las partes», el Gobierno no aceptó ni siquiera «trato respetuoso en el lenguaje», argumentó que no era procedente ser respetuosos en el lenguaje entre las partes mientras nos seguíamos matando; se les rebatió señalando que el trato considerado y respetuoso es parte constitutiva del DIH y del Derecho de la Guerra, ya que aun existiendo confrontación velan por un comportamiento ético entre las partes. Como el Gobierno mantuvo inmodificable su punto de vista, consideramos más acertado no ahondar para evidenciar la intransigencia de ellos y buscar entendimiento en otros temas, mientras lográbamos retomarlo en otro lado.

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