Por: Tomas Sankara, corresponsal de Antorcha Estéreo.
Desde los últimos meses del año pasado y todo lo que va de este año, la política electoral en EE.UU a estado muy movida. Por un lado el presidente actual Joe Biden tratando de conquistar el voto demócrata en los diferentes estados de dicho país haciendo un sin número de declaraciones fuertes sobre el genocidio israelí, insultos al presidente ruso Vladimir Putin y las desesperadas acciones sobre el apoyo militar a Ucrania, entre otras acciones que ponen en duda hasta su capacidad cognitiva para continuar con la presidencia de la nación del norte.
Por otra parte tenemos a un siempre prepotente Donald Trump, sacando provecho de las actitudes de su posible contrincante por la presidencia de EEUU, diciendo que no enviaría más ayuda a Ucrania, hablando sobre la situación difícil en la frontera mexicana con los inmigrantes ilegales y hasta sacando provecho de la situación entre el Estado de Texas y el gobierno federal de Biden.
Resulta que en la búsqueda de votos y aprobación en sus partidos sus viajes tuvieron un punto de «encuentro» en la frontera sur de Estados Unidos con México, ambos tratando de sacar provecho sobre la deplorable situación con los migrantes, según el periódico AP.
Esta revancha electoral marcada por ataques de parte y parte tienen algo en común y es tratar de devolverle a los EE.UU su credibilidad y hegemonía mundial, pues como hemos visto, la difícil situación de los pobladores tanto de ese país como europeos y hasta árabes se han visto fuertemente golpeados por la posición estadounidense frente a la operación militar especial en Ucrania, el genocidio palestino y la disminución frente a diferentes servicios en Europa, porque las sanciones a Rusia lo que han provocado es que muchos países se acerquen a Rusia y hagan negocios en primera persona, con la diferencia que la economía se mueve con los dineros propios de cada país mermando la influencia del dolar estadounidense, pero también el encarecimiento del gas hace más difícil la vida para los europeos pobres.
Esta disputa presidencial que hasta el momento pone en el cuadrilátero a Trump y Biden de nuevo solo son noticias desalentadoras para el mundo, porque sus posiciones guerreristas hacen el mundo un lugar cada vez mas peligroso. La retorica de estos dos señores de la guerra se hace antirusa, pero también antipopular, son un grito desesperado por retomar un mundo unipolar que cada vez va muriendo y dándole vida a un nuevo orden mundial donde el protagonismo no sea de un solo país sino que prevalezca la solidaridad entre naciones.
Todo lo que viene sucediendo en el mundo, guerras, hambrunas, migración y pestes, hacen obligatoria la tarea de unir a los pobres del mundo, porque quien ha vivido todo esto sabe que no se debe continuar en esto. Debemos internacionalizar la dignidad, la lucha por los derechos humanos y naturales deben ser agenda mundial, donde cada uno de los líderes de las naciones se hagan cargo del mejoramiento del mundo y no buscar entre dos seres malignos el menos malo. El futuro debe ser dignificar la vida humana y de la naturaleza, porque vienen generaciones que necesitan de nuestra conciencia no de nuestra peor versión.
