La «misma» forma de hacer política
El pasado 26 de agosto se llevó a cabo la consulta anticorrupción, un ejercicio que logró congregar a varios sectores democráticos y alternativos de nuestro país. Como todos sabemos, los resultados fueron desfavorables a los cambios. La consulta no alcanzó el umbral establecido por la ley y los casi 12 millones de votos anticorrupción no fueron suficientes para transformar las reglas de juego en esta materia.
La consulta se hundió por las mismas razones que le han impedido a la ciudadanía y al pueblo cambiar las reglas de juego de forma pacífica; razones del sistema político, en este caso particularmente del sistema electoral. Por un lado, un umbral que no estimula la participación y que no es garantía de la verdadera democracia, sino todo lo contrario. Por otro lado, unos corruptos que se burlan de las mayorías haciendo creer que sus discrepancias con la consulta son de forma y no de fondo. El resultado de todo esto parece un circulo vicioso en la historia del país, no se modifican las reglas y las prácticas de la corrupción vía consulta porque los corruptos han creado un sistema que los protege y desde el cual gobiernan.
A los expertos más «progresistas» les preocupa cómo hacer para reformar el sistema electoral que le permite a los corruptos seguir gobernando, por su parte a los políticos les interesa seguir haciendo shows mediaticos para continuar practicando la misma política excluyente con los mismos métodos de siempre. En este último caso se ubica el denominado pacto anticorrupción liderado por Duque, el cual sentó la semana pasada a todas las fuerzas políticas del legislativo y estableció un acuerdo para promover las supuestas reformas necesarias para combatir la corrupción.
Es así como los corruptos se apoyan en su adversario vencido en la urnas para liderar políticamente el Congreso, crear un clima que favorezca su gobernabilidad y legitimar el paquete de reformas que golpearán a las mayorías del país. Con el denominado pacto anticorrupción la derecha se apoya en su victoria para seguir en la misma política y con los mismos métodos, mientras los adversarios se aferran a una supuesta división en el seno del partido de gobierno que le permita un mejor posicionamiento. Ya sabíamos que nada bueno traería al país este gobierno de la extrema derecha, cuando se incrementaron las amenazas y el asesinato de líderes sociales, aumentó el paramilitarismo y sus acciones, así como también se presentó el paquete económico antipopular al nuevo congreso.
Más allá de los acuerdos pactados a puerta cerrada en la Casa de Nariño la semana pasada, la ciudadanía y el pueblo no desfallecerá en la lucha por la democratización de la vida política del país, un noble propósito en el se viene hace varios siglos. Igualmente, a pesar de los resultados en este último ejercicio consultivo, no podemos olvidar las otras experiencias victoriosas en las que el mandato de las comunidades lograron frenar transnacionales, su saqueo y despojo territorial. No nos dejan otro camino, junto al pueblo seguiremos en la confrontación directa para lograr las transformaciones necesarias, que juzgue y condene a las mafias y los clanes políticos, teniendo presente que el pueblo es y será siempre más grande que sus gobernantes.