EDITORIAL FGUN
En este periodo de supuesto ‘progresismo’, en el que nos encontramos con el Gobierno del ‘Cambio’, se ha reconocido la necesidad de cambios reales y transformaciones estructurales que no se han podido cumplir. Las alianzas con empresarios y el tenderle la mano al neoliberalismo, solo ha demostrado cómo el actual gobierno le hace una venia al capitalismo y al imperio yankee.
Hoy vemos un gobierno enfrentando la oposición desde las redes, instrumentalizando la protesta social y demostrando en sus acuerdos con la oligarquía, una falta de voluntad de paz en la mesa de diálogo con nuestra organización, en donde utilizando perfidia, incumpliendo los acuerdos ya pactados.
La construcción de una Colombia con transformaciones reales, con oportunidades socioeconómicas para las comunidades vulneradas y la salida política al conflicto armado, requiere de un gobierno radical que rompa con la colonización y control de Estados Unidos en nuestro país, donde no se siga posicionando la seguridad del norte que solo busca controlar nuestro territorio en función de seguir saqueando los bienes comunes y desplazando a las comunidades.
El actual gobierno no quiere asumir la ruptura con el imperialismo que facilite discutir las transformaciones estructurales en materia de economía, territorio y derechos que dignifiquen la vida, por el contrario nos encontramos con un gobierno permisivo, facilitando operaciones de inteligencia, que enfrenta la burguesía mafiosa y terrateniente en el intento de aprobar sus reformas, mientras posibilita por acción o por omisión el triunfo y consolidación de la burguesía modernizante.
Caminar hacia una justicia social requiere no solo enfrentar a los dueños de la tierra, sino también a una fuerza para estatal que sigue fortaleciéndose en los territorios aporta en el saqueo de la fauna y flora del país mientras siembra el terror a su paso. Mientras el Gobierno enfrenta la oposición que no le deja gobernar y que imposibilita el avance de reformas por todos los mecanismos jurídicos y burocráticos, se evidencia la falta de políticas que rompan con la connivencia y complicidad con la oligarquía, que usa todo su repertorio para mantenerse en su régimen con paramilitarismo, corrupción, etc.
Sabemos que son los que han gobernado por décadas este país, y quienes legislaron para mantenerse en el poder. Hoy el pueblo requiere de cambios reales para romper con toda atadura a esta clase que siembra terror ,radicalizando la política desde todas las ramas y ámbitos de la sociedad.
¡Colombia… Para Los Trabajadores!
¡Ni Un Paso Atrás… Liberación o Muerte!
FRENTE DE GUERRA URBANO NACIONAL
COMANDANTE EN JEFE CAMILO TORRES RESTREPO
EJÉRCITO DE LIBERACIÓN NACIONAL
Esos clanes no tienen reestructuración. Llevo un estudio de años del comportamiento, las historias, la psicología de varios clanes y es gente narcisista, con bajo muy bajo sentido de empatía. Hay otros más estructurados y conscientes, no todos son iguales pero en el caso específico de Sincelejo que es donde están recibiendo poder ahora, el estrés post trauma, las infancias no sanadas son todas la receta del maquiavelismo de la personalidad de esta bancada. En algún momento sí, pensé que a través de conversar, o de pedir, o de llorar, de intentar hablar se podría hacer un cambio pero no es responsabilidad nuestra sanar la vida de personas que no sienten amor por los otros ni por la sociedad, que hacen un bien social es por estatus y que con su poder deciden desde sus historias de poder quienes sí y quienes no. Sin prepararse para asumir ese poder y utilizándolo para su beneficio.