El cráter de la seguridad: lo que vemos en el volcán del conflicto social
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Por: Malcom Montoya Henao.

Comenzamos el año 2023 y como es de esperarse, se escuchan en los medios de comunicación los nuevos retos que acompañan a los gobernantes de las diferentes ciudades del país. En el caso de la ciudad de Cali, tanto la alcaldía como algunas de sus secretarías, adeudan efectivas políticas que permitan no solo mejorar la calidad de vida de los ciudadanos/as, sino transformar el orden de las prioridades en la ciudad.

De tal modo, que el tema de la seguridad es uno de los más cuestionados y exigidos por la ciudadanía. Esto se debe, a que impera de forma constante prácticas como el hurto y los homicidios, los cuales agudizan el conflicto social que se vive día a día en la ciudad. Así, el secretario de seguridad y justicia, Jimmy Dranguet, ha estado a cargo de esta función durante el último año, llevando a cabo políticas que poco han afectado dichos flagelos como veremos a continuación.

La estrecha relación entre los homicidios, hurtos y las narcoprácticas

Para graficar las ineficientes políticas en el tema de seguridad, tomaremos datos evidenciados desde distintos observatorios y documentos, a partir del año 2020 hasta el 2022, bajo el mandato del actual alcalde Jorge Iván Ospina.

En ese sentido, desde el documento denominado Cali en Cifras 2021.pdf.”, se presentaron 1077 homicidios en general en el año de 2020; y en los casos de hurto en general se evidenciaron 23.053 casos para el mismo año. (pág. 77).

Por su parte, la información recopilada durante el 2021, año fundamental, pues se presentó el estallido social que ha marcado un hito en la historia reciente de Colombia y Cali propiamente, por el papel activo de su juventud y manifestantes; en el documento de Cali en Cifras 2022.pdf.” se registraron 1.232 Homicidios en general; mientras que durante ese año se reportaron 28.991 hurtos en general (pág. 77).

Para el año anterior, es decir, el 2022, desde el “Boletín Semanal de Homicidios al 31 de Diciembre de 2022 realizado por el Observatorio de Seguridad de Cali, en cuanto a homicidios se datan un total de 988 (pág. 4); a su vez, el periódico el País dio a conocer la cifra respecto a las acciones de Hurto solamente a personas, la cual se encontró en 23.363 casos (diciembre 29 de 2022). Podemos suponer a falta de datos, y siguiendo las tendencias de los otros años, que si el hurto a personas se registró en esa cantidad, el resto de prácticas representa un aproximado del 25% del Hurto en general, lo que significa que para el año 2022, el hurto general debió ser de 29.203 casos.

Comparando los datos obtenidos durante los últimos tres años de homicidios y hurtos, podemos encontrar relaciones importantes. Es decir, para el año 2020 en relación al 2021, vemos que en este último año expresa un aumento en los dos flagelos, superior al 14% y 25% respectivamente.

Tomando el 2021 y el 2022 para los casos de homicidios y hurtos en general, tenemos que en el último año hay una reducción aproximada del 24% y un aumento ínfimo menor al 1% con relación a los dos casos.

Sin embargo, frente a los datos comparativos entre el 2020 y de 2022, vemos lo siguiente: frente a los homicidios en general, se evidenció una reducción mayor del 9% en esos casos para el año final; mientras que para los hurtos en general se presentó un aumento mayor al 21% sobre el último año.

Como primer elemento, es apresurado celebrar los resultados obtenidos por un año, sino se hace un ejercicio más sensato de comparar la dinámica durante los años anteriores. Por ejemplo, el año 2020 que fue marcado por la pandemia y la cuarentena, debería expresar grandes diferencias con los demás años, pues recordemos que las personas debieron mantener en sus viviendas por los toques de queda y ello impidió una dinámica de “normalidad” en todos los ámbitos de la ciudadanía caleña. No obstante, como lo muestran las cifras interpeladas, hay cambios minúsculos en comparación con el año de normalidad en la ciudad, esto es, el 2022. En la misma vía, durante el paro nacional 2021, la ciudad se vio sumergida en nuevas dinámicas que a la par trastocaron la “normalidad” en las diversas esferas de Cali; también podemos analizar cambios pequeños en relación al año de la normalidad.

Como segundo elemento, es necesario comprender que las prácticas de hurto y homicidios no son naturalmente opuestas, por el contrario, en muchos de los casos, ambas se manifiestan, se producen y reproducen de manera armónica. Esto porque su telón de fondo en gran cantidad de los casos tiene que ver con el acceso y uso de armas de fuego que proliferan por la ciudad, debido al mercado legal e ilegal de éstas. Basta repasar algunos casos tanto de homicidios como hurtos en la ciudad para saber a lo que nos referimos.

Es más, el mercado de armas según los datos es uno de los problemas que menos logra golpearse por las fuerzas policiales. Solamente se han reportado 30 casos de fabricación y tráfico de armas de fuego para el año 2021, (Cali en Cifras 2022.pdf; Pág 78), mientras se desconocen los datos del 2020 y 2022. Con base en lo anterior, es medular pensar la relación intrínseca entre homicidios, hurtos y mercado de armas, como problemáticas a combatir de manera conjunta.

Como tercer elemento, dichas prácticas son sustentadas en las dinámicas sociales que tienen su antecedente en los carteles y las bandas narcotraficantes. Esto quiere decir, que la herencia del narcotráfico en la ciudad, su reconfiguración en diversos grupos, la conformación de bandolas, su relación con carteles mexicanos, la venta de servicios criminales, etc; sumado a la educación recibida por los jóvenes de las narconovelas o narcoseries, la falta de oportunidades y la exhortación al dinero fácil. Por tal, asesinatos por venganzas, cuenta de cobros, muertes por el negocio del tráfico de drogas, hurtos con el propósito de lograr una vida de capos, así como una puerta de entrada al mundo de la delincuencia, solo pueden entenderse sin dejar de lado los cimientos socioculturales que se expresan en la ciudad, pues, en última instancia, asoman el conflicto social que padece Colombia.

Es necesario entonces, que las políticas de seguridad estén enfocadas en resolver las causas del conflicto social que, como consecuencia, demuestra prácticas permanentes como los hurtos y homicidios. Hacerlo al contrario solamente alarga el problema, lo profundiza y evidencia la incapacidad de los políticos por tomarse en serio la gobernanza de la ciudad.

Las políticas de seguridad agudizan el conflicto social

Jimmy Dranguet, actual secretario de seguridad, ha expuesto los enfoques que tendrá el presupuesto de Cali para invertir durante este 2023 en esa materia, siendo la prioridad combatir el hurto a personas, el delito del microtráfico y la extorsión.

Así lo demuestran algunos de los programas expuestos por la secretaría, donde consisten en:

-Mejoramiento de las estaciones de policía que albergan personas privadas de la libertad.

-Creación de un centro automático de despacho y monitoreo más competitivo, con mayor y mejor tecnología en cámaras de videovigilancia y comunicaciones.

-Modernización del sistema de la Línea 123 de atención de la Policía.

-Instalación de arcos de vigilancia en las entradas y salidas de Cali para fortalecer el blindaje a la ciudad.

-Fortalecimiento de la estrategia contra los moto-atracadores a través de la creación de unos equipos especiales, con vehículos de alto cilindraje y aditamentos específicos para atender el flagelo del hurto.

-Mejoramiento del parque automotor de la Policía Metropolitana, específicamente del Distrito de Santiago de Cali.

-Ampliación del alcance de los programas de prevención del delito con jóvenes entre los 14 y 28 años.

-Incremento de la difusión de los programas de lucha en contra de todas las formas de violencia contra la mujer y basadas en género.” (Noticiero 90 minutos, 18 de Enero de 2023).

Rápidamente podemos analizar, que de los 8 programas priorizados para el vigente año, solamente uno está orientado a atender la juventud que es la más afectada por los flagelos de los homicidios, hurtos y uso de armas de fuego, debido a que conforman los principales victimarios como buena parte de las víctimas; en contraposición, 7 de los 8 programas están enfocados en el fortalecimiento policial de la ciudad, denotando con ello, un trato policivo a estas prácticas, esto es, a las consecuencias del conflicto social que, como se expresó, mantiene intacta las causas y por lo tanto, a la hora de las cifras el cambio será minúsculo tal como lo estamos presenciando.

Los elenos y elenas disputándonos la ciudad

Las y los integrantes del ELN que hacemos parte de la ciudad de Cali no somos ajenos a los flagelos que vive este pueblo día a día. Por el contrario, somos conscientes de la evidencia del conflicto social, razón esencial que da pie a todas estas prácticas preocupantes; también somos conocedores y conocedoras que integrantes de la policía nacional, como políticos y empresarios son promotores directa e indirectamente del conflicto social que padecemos, beneficiándose de las narcoprácticas, el mercado de armas, la explotación, ausencia de oportunidades, así como de los hurtos y homicidios.

Es por ello que vemos clave desenmascarar las acciones y discursos de estos beneficiarios, los cuales en cierto tiempo (campañas electorales de toda índole) tratan de vender la idea de conocer la fórmula para resolver el tema de la seguridad en la ciudad, repitiendo ciegamente los componentes de unas medidas profundizadoras del conflicto, mismo que engendra el conflicto armado.

No es la guerrilla la que genera los desplazamientos internos en las ciudades, ni tampoco la que genera zozobra en los territorios, ni mucho menos sacamos provecho de lo planteado en las líneas anteriores, tal como se puede explicitar en los documentos citados; en contraposición, nuestro trabajo diario está enfocado en forjar la conciencia del pueblo caleño, así como encontrar medidas efectivas para resolver las problemáticas de forma conjunta.

Retomamos los claros planteamientos expuestos por nuestros mandos en la editorial del 16 de enero de 2023, denominado “Un año más lleno de lucha y resistencia”, en el que argumentamos que: “Estas realidades son las que nos marcan y reconocemos en el Frente Urbano para hacer una propuesta que aporte en la construcción de la nueva nación, que contribuya a vivir mejor en la que nuestra condición de seres humanos sea respetada y valorada.

Tengan la certeza de que los elenos y elenas somos hijos e hijas de las barriadas, de las ciudades moribundas, de la periferia y de la población humilde del campo y la ciudad, desde donde forjamos revolución en el legado de las ideas camilistas, manteniendo la dignidad en lucha y resistencia por ser parte de otra opción, que construya el nuevo gobierno de nación, paz y equidad”.

Bibliografía:

Boletín semanal de homicidios al 31 de Diciembre. https://www.cali.gov.co/observatorios/publicaciones/169419/informes-semanales-de-seguridad-y-convivencia/.

Cali en Cifras 2021.pdf. https://es.slideshare.net/WILSONRSALASCH/cali-en-cifras-2021pdf.

Cali en Cifras 2022.pdf. https://www.cali.gov.co/documentos/1705/documentos-de-cali-en-cifras/.

https://www.elpais.com.co/judicial/hurto-uno-de-los-delitos-que-no-se-pudo-controlar-en-2022.html

https://www.elpais.com.co/judicial/hurto-a-personas-y-robo-de-celulares-los-delitos-que-no-dan-el-brazo-a-torcer-en-cali.html

https://90minutos.co/cali/alcaldia-de-cali-invertira-recursos-adeudados-por-gobernacion-en-temas-de-seguridad-18-01-2023/

https://insurgenciaurbana-eln.net/un-ano-mas-lleno-de-lucha-y-resistencia/


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