Por: Gabriela Gómez, corresponsal de Antorcha Estéreo.
En Colombia se han presentado muchos casos de corrupción y violencia que involucran al personal de tránsito. Una problemática compleja que se agudiza y ningún ente responde.
En Villa del Rosario, municipio de Cúcuta, existen dos clases de guardias de tránsito, por un lado, están los de chaleco azul, los cuales son posicionado en puestos de poder y obtienen contratos indefinidos con la alcaldía, para ello deben pagar alrededor de 25 millones de pesos.
Por otro lado, están los de chaleco verde, estos son contratados a partir de «favores» en campañas electorales. Muchas de estas prácticas son impulsadas por familias atornilladas en el poder estatal con nexos en negocios de contrabando y narcotráfico de la zona.
Infinidad de casos de violencia y corrupción se dan a diario en Villa del Rosario, varias personas que se movilizan en transporte particular, ya sea carro o moto, denuncian que la modalidad de robo que emplean varios agentes de tránsito, consiste en detener a las personas y pedirles los documentos, al no tenerlos al día, los agentes simulan hacer los comparendos pero al final desisten de ellos y les solicitan una cantidad de dinero para no llevarlos a cabo. Otra práctica que utilizan, es realizar retenes falsos con personas que no son agentes de tránsito.
Otra modalidad de corrupción que se presenta, es modificar o eliminar las infracciones existentes en las oficinas de tránsito. Esto con claro consentimiento del Alcalde, el director y los diferentes agentes de tránsito. Para no registrar la multa por embriaguez cobran un millón quinientos, hasta tres millones y para las otras multas cobran la mitad de lo que constarían
Es preocupante el nivel de corrupción que existe en el Estado colombiano, cada organismo que lo compone presenta hechos aberrantes, además de ser una práctica sistemática y profunda, donde podríamos asegurar que hace del Estado un aparato existente que conlleva un atornillamiento de personajes y de familias enteras, donde en muchas ocasiones se vuelve casi imposible sacarlas de este escenario.
Este fenómeno está vigente en todos los niveles, desde el escenario más reducido hasta casos gigantes como por ejemplo el de odebrecht, en el cual han estado inmersos ex presidentes como: Juan Manuel Santos, Iván Duque y el excandidato a presidencia Iván Zuluaga, entre otros.
La corrupción en el tránsito no es novedosa, también se acompaña de violencia estatal, poniendo por encima de la vida sus intereses económicos, muestra de esto es el asesinato del joven motorizado, Daniel Ibañez, el 5 de julio en la ciudad de Bucaramanga, hecho que generó profunda indignación.
Desde el Ejército de Liberación Nacional, instamos a las comunidad a organizarse y denunciar estas prácticas que aportan a la precariedad del grueso del pueblo colombiano, además de hacer de estas denuncias acciones de protesta y rebeldía, que conlleven al cambio que necesita colombia.