Por: Manuel Restrepo, corresponsal de Antorcha Estéreo.
El presidente Petro se reunió con 10 de los empresarios más importantes del país en Cartagena. Entre los que estuvieron los dueños de los grandes ingenios, cadenas de televisión y otros mercados. Una reunión con la que el presidente busca posicionar propuestas neoliberales, donde entre los puntos que discutieron estuvo la modernización del campo, su industrialización y el desarrollo turístico; todo con una visión de ver la tierra como un supuesto instrumento productivo bajo el interés económico de los más ricos del país.
Entre los empresarios que se encontraban en la reunión estuvo el dueño del Ingenio Manuelita, la representación de los Ardila Lule, dueños de RCN, Postobón y la gran mayoría de los ingenios azucareros del Valle del Cauca, Sarmiengo Angulo dueño del negocio de la construcción, entre otros.
En la reunión Petro afirmó que “la justicia social es uno de los pilares del Gobierno del Cambio para alcanzar la paz y una democracia más fuerte y profunda” y que por ello es necesario pensar en un país productivo para avanzar hacia transformaciones sociales. Desconociendo por completo el modelo económico actual al que sigue fortaleciendo, pero claro está… Petro simplemente a pesar que quiera apostar a la inversión social, seguirá con su visión neoliberal fortaleciendo el capitalismo.
A pesar que hace unos días el mandatario planteaba acabar con la regla fiscal y empezar a priorizar una inversión pública, se reúne con la casta de la propiedad privada y sus negocios, para acordar cómo posicionar apuestas que fortalezcan el sector privado y sigan viendo la tierra como una productividad con modelos económicos que siguen siendo explotadores de la tierra.
Dentro de la reunión se planteaba una supuesta inclusión territorial, sin embargo y como ya todos saben “el 1% de la población en Colombia es dueña del 81% del territorio, según la ONG Oxfam, es uno de los índices de inequidad más altos del mundo”.
Además, según afirman analistas “El proceso de ocupación del territorio fue sacando al campesinado de las mejores tierras: las planas y fértiles. Y lo fue expulsando hacia la frontera de colonización selvática, tanto en el Pacífico como en el Amazonas, así como en las alturas y en las laderas de las montañas”. Esto solo evidencia que actualmente los campesinos son dueños de tierras que no pueden trabajar, y que la solución no es simplemente acordar con los ricos una inversión social como Petro plantea, sino que para esas verdaderas transformaciones sociales serán necesarios cambios reales como una nueva Reforma Agraria.
A esto le sumamos que estos empresarios siempre afirman brindar empleo a la población colombiana, sin embargo la gran mayoría del pueblo hoy se sustenta desde el trabajo informal y por eso cifras del DANE se pavonean diciendo que hoy la cifra de de desempleo en Colombia es del 9,3%.
Será necesarias propuestas de transformación social que no solo reformen, es decir, que no solo pongan paños de agua tibia al problema. Debemos apostar por transformaciones que si dignifiquen la vida del pueblo y garanticen los derechos de las comunidades, fortaleciendo la participación y el poder popular.
El presidente Petro afirma que su administración es el «Gobierno del Cambio» y, en rigor, razón no le falta, es el «Gobierno del Cambio» gatopardista, esto es, que todo cambie para que nada cambie. Y ello por diversas razones, las cuales quedaron expuestas en su campaña presidencial y han encontrado comprobación en el decurso de su gestión.