El ELN surgió para lograr los cambios y las transformaciones sociales que requiere el país, y que durante décadas han sido negadas por el régimen; en casi 6 décadas, las causas que dieron origen al ELN persisten, por ende la lucha y resistencia del pueblo siguen siendo vigentes.
Hoy, a 59 años de haber iniciado el alzamiento armado, las causas que lo originaron siguen existiendo, por tanto para el Ejército de Liberación Nacional, cada año transcurrido ha ido reafirmando la justeza de la razón de nuestra lucha, de que no han sido en vano los esfuerzos, el valor y entrega de quienes ofrendaron sus vidas en esta legendaria lucha, al igual para nuestras hermanas y hermanos prisioneros políticos en las cárceles del régimen, dando testimonio de entereza y consecuencia por la causa de las mayorías.
No ha sido fácil resistir durante décadas a todos los planes contrainsurgentes del imperialismo norteamericano y la oligarquía colombiana, así como a todo el andamiaje paramilitar, donde nuestra fuerza combatiente y los mandos se han batido en desiguales combates, demostrando que sus energías provienen del pueblo colombiano, quien sigue y seguirá nutriendo sus filas guerrilleras hasta lograr los objetivos de vida digna, justicia y democracia para toda la población.
Nuestra lucha se ha mantenido a través de todos y cada uno de los procesos de negociaciones que terminaron en desmovilizaciones y desarme de anteriores guerrillas, todas estas experiencias han sido analizadas y evaluadas en eventos democráticos del ELN y en su Comandancia; todas ellas terminaron mostrando apariencias de democracia por la participación de los desmovilizados en la vida parlamentaria; pero para el conjunto de la población todo siguió igual.
La rutina de país se repite una y otra vez cada día: si el pueblo quiere mejorar sus condiciones de vida, debe protestar y movilizarse para hacerse escuchar. En los momentos de lucha la población puede protegerse ella misma colectivamente; luego que la lucha cesa, viene la cacería de los luchadores y de sus dirigentes, este es el ciclo repetitivo que hemos recorrido a lo largo de la historia colombiana.
Las limitadas reformas que intenta el actual Gobierno, han ido naufragando en los trámites del Congreso, pues se depende de la negociación con la vieja clase política, quién está más interesada en que el viejo orden de cosas se mantenga.
Si las expectativas de cambio quedan reducidas a ese trámite parlamentario, todo seguirá igual. Retornar a las calles con las protestas masivas de los últimos años, será el lenguaje que entenderá la oligarquía colombiana y sus partidos políticos. El futuro de Colombia no puede dejarse en manos de quienes la han dilapidado. Si el actual Gobierno quiere cambios reales para Colombia, que redunden en legitimidad, debe acompañar siempre las luchas del pueblo y no solo convocarlo en las coyunturas electorales.
En la actualidad el ELN intenta en los diálogos con el Gobierno, abrir un escenario donde los problemas del país sean analizados y discutidos, con la participación de todos los sectores de la sociedad colombiana y, con base en dichos intercambios, construir una Fuerza Social y Política que confluya en un Acuerdo Nacional, que interprete el sentir de la Nación y sea una Agenda de transformaciones, para hacer a Colombia más justa, incluyente y democrática. Todo este proceso es lo que hemos llamado La Participación de la Sociedad y, para facilitarlo, el ELN pactó con el Gobierno un Cese el Fuego Bilateral.
Las nuevas realidades que puedan construirse en Colombia, como producto de la implementación de transformaciones formuladas por la misma sociedad, especialmente por los sectores históricamente excluidos, serán las que darán certezas a una paz real.
Llamamos a toda la sociedad colombiana a una protagónica participación, para enriquecer las transformaciones que el país necesita y a estar vigilantes para que los acuerdos pactados con el gobierno se cumplan. La participación es para decidir en los cambios que necesita el país.
Las transformaciones y cambios que el país requiere, para que sus gentes vivan dignamente y disfruten plenamente sus derechos, sólo se consiguen con la unidad, lucha y resistencia del mismo pueblo; nuestra lucha es una parte de ella y es nuestro deber acompañarla siempre.
Como ELN debemos mantener la defensa activa en el Cese el Fuego Bilateral, pues estamos advertidos de las amenazas existentes.
A todos y cada uno de los Mandos y Combatientes del ELN, nuestra admiración y cariño. El Comando Central y La Dirección Nacional les ratificamos el compromiso de continuar siempre junto al pueblo, para cumplir la misión de lograr una Colombia más justa, incluyente y democrática.
¡Colombia… para los trabajadores!
¡Ni un paso atrás… liberación o muerte!
Comando Central
Ejército de Liberación Nacional
Julio de 2023
Revista Insurrección 902: