Por: Lenin Sánchez y Maruja Chacón, corresponsales de Antorcha Estéreo.
Cúcuta y su área metropolitana es la tercera ciudad donde habitan más trabajadores informales. El último año esta población creció en 15.000 trabajadores informales, pasando de 237.000 a 252.000 según cifras del DANE. Estos venden lo que sea para poder sobrevivir al capitalismo inhumano que nos empobrece a diario.
Con el empleo informal el gobierno pretende demostrar que ha disminuido la pobreza, pero la realidad de Cúcuta demuestra lo contrario. Por ejemplo en esta ciudad, las madres cabezas de familia tienen que trabajar todo el día al rayo del sol implacable para vender algunos dulces en el transporte público, otras venden zapatos, blusas o ropa interior, la gran mayoría de hombres venden frutas, verduras, entre otras cosas, para llevar el sustento día a día a sus hogares, y lograr enviar a sus hijos e hijas a la escuela y colegios, con el fin de que ellos tengan un mejor futuro. Esto demuestra que la informalidad sigue aumentando y es la salida que encuentran los empobrecidos, los desplazados, los desarraigados para poder subsistir.
Ante ello la administración municipal «supuestamente» pretende regular la actividad del vendedor informal, «con el fin de garantizar el derecho al disfrute del espacio público», negado por el comercio formal que se ha tomado la calle, eso es lo que ellos manifiestan, pero la realidad que se esconde es distinta, es para ayudar a mejorar la economía de los grandes centros comerciales y almacenes de cadenas; Esto evidencia que el capitalismo no se detiene en aumentar el empobrecimiento, el hambre, la miseria y la exclusión cucuteña, a la vez que representa una amenaza para la población mundial.
Nosotros como Ejército de Liberación Nacional seguiremos en pie de lucha para que este sistema capitalista que nos ataca a diario se acabe por completo en Colombia y el mundo entero, para que pueda existir el mundo que todos y todas queremos; igualdad, dignidad, respeto a la vida, desarrollo económico, industrial, mediante la protección de la industria nacional, empleo digno para todos con salario justo, vivienda digna, buena atención a la salud, educación gratuita para los niños, niñas y adolescentes, lo que deseamos es que haya paz, pero no cualquier paz, una paz con justicia social.