Editorial Revista Insurrección Nº 838
Comando Central (COCE)
Se trata de una operación legítima planeada por más de cinco meses, con información de inteligencia de nuestra Armada y Ejército’, dijo el 6 de abril el Ministro conductor de la máquina de Guerra que masacró a 11 pobladores y los exhibió como bandidos “dados de baja en combate”.
Los campesinos e indígenas departían el 28 de marzo en un bazar en la vereda Remanso Alto del corregimiento Puerto Ospina de Puerto Leguízamo, Putumayo, cuando fueron atacados por los Comandos contra el Narcotráfico y Amenazas Transnacionales (Conat) del Ejército estatal que masacraron a 11 inocentes, y capturaron a 4 más que esta semana debieron dejar en libertad al constatar que no eran los sujetos que las tropas iban a atacar.
A las 7 de la mañana los asesinos del Conat se presentaron al bazar sin distintivos del Ejército estatal, antes de comenzar a disparar se identificaron como integrantes del Frente Carolina Ramírez de las Farc, mentira que pronto dejaron de sostener al quedar evidente ante los habitantes del lugar, que helicópteros de la Aviación del Ejército los evacuó del sitio de la masacre.
El Ministro de Defensa Molano y el General Edgar Rodríguez jefe del Comando Conjunto Suroriente N°3, aseguraron que los 4 capturados hacían parte de la narcobanda conocida como Comandos de Frontera, contra la cual debía ir el operativo que ejecutaron los integrantes del Conat; mientras tanto en Remanso Alto los militares colocaron uniformes y armas en sus manos a los masacrados, como acostumbra el Ejército para presentar sus Falsos Positivos, encubrimiento que fue posible porque los investigadores judiciales solo se hicieron presentes en el sitio 5 días después de la masacre.
El 3 de abril la Misión de Verificación humanitaria que visitó Remanso Alto declaró que “hubo una incursión armada, que dejó habitantes comunales e indígenas, directivos comunales y autoridad indígena asesinadas, así como otras personas heridas y desaparecidas, contabilizándose varios menores de edad, lo cual es reiterativo en este tipo de acciones armadas; estos hechos dan cuenta de una masacre desarrollada en un operativo del Ejército Nacional, violando flagrantemente el Derecho Internacional Humanitario (DIH)”.
Hacemos un llamado a la comunidad internacional y al país entero a contribuir a la verdad, ayudar a desnudar el terror que viene desde arriba para decirle No Más a la violencia estatal, a la violación del DIH y a la impunidad, esto tiene que cambiar y entre todos podemos lograrlo.
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