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Por: Jose Manuel Manzorra

En Colombia el pueblo no aguanta más

Es un pueblo amante de la paz
Es un pueblo paciente
Es un pueblo creyente
Es un pueblo pensante
Es un pueblo sometido
Es un pueblo aguantador
Es un pueblo querendoso y amante de su familia, de sus cercanos y de sus amigos y sus hermanos de clase
Es un pueblo resistente
Es un pueblo engañado por gobiernos promeseros, politiqueros, mafiosos y dirigentes mentirosos
Es un pueblo engañado por la prensa oficial y por periodistas al servicio de los anteriores
Es un pueblo maltratado, encarcelado siendo inocente, vilipendiado, amenazado y asesinado inmisericordemente por las fuerzas del estado, ejército y policía y sus bandas criminales, que en vez de protegerlo, lo atacan.

Es un pueblo que sufre con mayor rigor y pone el mayor número de víctimas y muertos en esta pandemia del coronavirus.
Es un pueblo sin derecho a la salud, a la educación, al trabajo, a la cultura, a la comida, a la vida, a la vivienda, al buen vivir.
Es un pueblo que no aguanta más.
Es un pueblo en resistencia.
Es un peublo que viene atraviendose a desafiar a sus opresores y exploradores.
Es un pueblo que ha salido a las calles a exigir sus derechos, reclamando promesas incumplidas y a señalar a los bandidos gobernantes como ocurrió el pasado 21 de Noviembre de 2019
Es un pueblo que ha salido a las calles a continuar su resistencia y sis reclamaciones desde este 28 de abril.

Y sale a las calles con dignidad, arrojo y valentía, y la respuesta del Estado es el ataque y agresión de la policía, incluyendo el ESMAD, del ejército y de civiles al servicio de las mafias gobernantes, a esto el pueblo responde con ataques a Bancos, grandes almacenes, peajes, cámaras de vigilancia e instalaciones del Estado corrupto, y defendiéndose de quienes son agredidos y manifestando su inconformidad con alegría, cultura, pasacalles, pancartas, etc. Pero esto es señalado como vandalismo por quienes defienden y quieren que siga gobernando el país, esas elites guerreristas, explotadoras, asesinas, mafiosas y acumuladoras del capital, sin importar el hambre y las condiciones infrahumanas de las mayorías poblacionales.

La prensa oficial y sus periodistas

Es indignante ver, escuchar, pero comprensible observar el comportamiento de quienes supuestamente tienen formación académica, conocimiento y cultura, los periodistas al servicio del gobierno y de los sectores de la burguesía dueños del capital. Estos malqueridos y mal recordados personajes se convierten en cajas de resonancia del mal gobierno, de la policía y el ejército asesinos, muestran su ira y su ensañamiento en contra del pueblo, los manifestantes y reclamantes de sus derechos y los tratan repetidamente e insistentemente de vándalos, bandidos y terroristas. No se reconoce a este pueblo como rebelde con justa causa, que reclama sus derechos a un gobierno asesino, injusto, ilegítimo, arbitrario e inhumano.

Esta clase de periodistas no aceptan, ni entienden que la rebelión es un derecho cunado hay un gobierno nefasto y criminal en contra del pueblo. Y es lo que viene haciendo este pueblo, rebelándose con dignidad, valor y coraje.

Los periodistas tienen el noble deber de informar objetivamente, pero este PARO NACIONAL nos está mostrando su incapacidad para hacerlo, en ellos no hay ninguna neutralidad informativa, son más amantes de la guerra que de la paz, pues están respaldando gobernantes guerreristas, no gobernantes al servicio del pueblo. Este fenomeno se ve en la prensa local, que apoya, aprueba a su alcalde por que la emisora o cadena televisiva es del municipio y condena las manifestaciones populares; si la emisora o cadena de T.V. es del departamento apoya al gobernador y condena y macartiza a quienes reclaman sus derechos, y los más sobresalientes y de mayor figuración apoyan al presidente, banqueros, grandes emprearios e instituciones descompuestas y corruptas cuando la emisora o cadena televisiva es nacional.

Estos periodistas son guerreristas, amantes de la guerra, aunque hipócritamente hablan de paz. Se declaran pacifistas y condenan la acciones populares, pero defienden, justifican y reivindican los asesinatos que producen las balas del Estado. Son lobos con piel de ovejas que estan hechos para engañar. Pero su piel y su ser se irán identificando, y así será evidente al servicio de quien estan. Serán descubiertos por la misma fuerza de la realidad y la historia les cobrará su falseddad y engaño frente al pueblo.

El Ejercito de Liberación Nacional hace reconocimiento al pueblo que reclama sus derechos: Desempleados, jóvenes, muejeres, campesinos, indígenas, negritudes, sectores populares, secores informales, maestros, conductores, transportadores, sectores culturales y a los dirigentes gremiales políticos y sociales que están comprometidos y participando activamente en este PARO NACIONAL.


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