Editorial FGUN Comandante en jefe Camilo Torres Restrepo
Se han conmemorado fechas importantes en este tiempo reciente que nos llevan a mirar el pasado, el presente y el futuro que requiere el país; entre ellas la del 20 de Julio de 1810 que correspondió con el primer grito de independencia del yugo español, que sin embargo no sería suficiente para logran el ejercicio de la soberanía que se propuso el movimiento de indenpendencia liberado por Simon Bolivar. Igualmente conmemoramos el 4 julio de 1964, fecha en la cual lanzamos como ELN una proclama de segunda independencia para Colombia y que aún se escucha en Latinoamérica y el Mundo.
Estas proclamas de liberación denunciaron el sometimiento al imperio español y al imperialismo norteamericano y declararon que la potencia extranjera era responsable de la dependencia y esclavitud de los pueblos de este lado del continente americano. Igual que ayer, hoy vemos al imperio norteamericano destruyendo y saqueando los pueblos de Irak, Afganistán, Libia y Siria, entre otros, mostrando que la barbarie es el método y la política del imperio gringo al tiempo que las amenazas de invasión su táctica más preciada. Como caso emblemático tenemos el caso de Venezuela, asediada por una gran conspiración desde los centros del poder mundial en el que EEUU cumple un papel dirigente.
Por otro lado, hoy en el proceso de diálogos, el ELN ha manifestado su voluntad de paz considerando que es fundamental la participación de la sociedad como gestora de los cambios estructurales que se requieren en Colombia, pues se parte que es el pueblo el que genera las condiciones necesarias para un mañana sin exclusiones, sin marginamiento y con igualdad de posibilidades, como pilares fundamentales de la verdadera democracia.
Hemos dicho que para que haya verdadera paz debe haber cambios de fondo en la situación del país y que esos cambios deben ser con la participación central de la gente, no se ve sin embargo que desde las élites del poder haya la disposición a esa apertura y por el contrario siguen aferrados a sus privilegios.
Esta justificado por la realidad del país que los cambios son indispensables para superar las condiciones que dieron origen al conflicto, entre ellos la exclusión, la persecución política, la pobreza, la corrupción, etc; pues no podemos perder de vista lo que viene ocurriendo con el «destape» de los casos de corrupción que recientemente impactan la opinión pública. Esta claro que la corrupción es endogena al modelo excluyente y depredador que predomina en las altas esferas del poder del Estado y queda claro que los medios masivos de comunicación lejos de denuncar y visibilizar esta problemática, se alimentan de este fenómeno y se alinderan del lado de la delincuencia de cuello blanco, demostrando que su principal interes es la ganancia privada a costa del pueblo y los bienes públicos.
Esto, sin tener en cuenta la dramática situación de millones de personas que en medio de la pobreza sobreviven en nuestras ciudades, del asesinato de líderes sociales, de la persecución al movimiento social, del desempleo, la presencia paramilitar en campos y ciudades; situaciones estas que indican que en este país poco ha cambiado para beneficio de las mayorías.
Con este panorama se hace un llamado al pueblo que está en el campo y en las ciudades, a no desaprovechar este momento histórico, a organizarse, a buscar la unidad como parte fundamental de construir un mañana, donde esté por encima el humanismo, primando una armonía de la mujer y el hombre con la naturaleza.
Siempre junto al pueblo.
Frente de Guerra Urbano Nacional
Comandante en Jefe Camilo Torres Restrepo