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La evidencia de los cambios que ha tenido el país se deja ver en distintas formas y configuraciones surgidas durante medio siglo. El paso de una sociedad basada en la ruralidad a una en donde mas del 70% de su población se ubica en centros urbanos, es tal vez uno de esos cambios más fuertes, que a su vez provocó nuevas lógicas y dinámicas en la configuración social del país.

Durante estos años y merced de estas nuevas dinámicas, como un efecto dominó, han ido apareciendo maneras de ver y habitar. La tecnología irrumpió en la vida de las comunidades y marcó un antes y después. Su aplicación y consumo ha sido utilizada para abrir brechas generacionales y marcar distinciones sociales que antes no existían. En general, todos estos cambios han tenido como un blanco principal la cultura y a partir de ella la reconfiguración de los actores sociales.

También nosotros hemos cambiado. No podrían pasar 54 años de existencia sin que evidenciáramos cambios. Crecimos en numero y alcance, también en riqueza y fortaleza de nuestra concepción política-ideológica. Hemos adoptado conceptos y métodos surgidos durante estos tiempos. Por nuestras filas han pasado hombres y mujeres que plantearon e incitaron cambios y mejores formas de leer la realidad. También nosotros, como parte del pueblo que somos, hemos recogido y adaptado la tecnología, las nuevas configuraciones culturales y nuevas luchas populares a nuestro proyecto.

La idea que se lanza desde los medios de comunicación hegemónicos, según la cual somos una guerrilla detenida en el tiempo, añeja y anquilosada, es un ladrido mas de quienes recurren a este tipo de falsedades para intentar negar aquello que se muestra evidente y firme. Contrario a lo que vociferan estos falseadores de la realidad, permanecemos fortalecidos gracias a generaciones que ven en el proyecto ELENO una posibilidad de transformación revolucionaria.

Una evidencia contundente de estos cambios son nuestros medios de comunicación. Si bien todavía circulan por la ciudad y el campo nuestras revistas, comunicados y panfletos. Nuestras emisoras radiales también se expresan a través de las ondas hertzianas, llegando a las comunidades que con agrado las reciben. Sin duda, en los últimos 20 años la aparición del internet generó toda una lógica de la comunicación, el mundo virtual trajo consigo la posibilidad de conectar y hacer pequeña la gran esfera del mundo. Ahí también estamos, expresando nuestro pensamiento, denunciando las infamias del poder oligárquico, construyendo relaciones con la gran cantidad de personas que navega en la web.

Contrario a estos cambios, la casta política tradicional, esa rancia oligarquía criolla, se niega a pensarse una realidad distinta, se niega a reconocer los nuevos surgimientos y construcciones sociales y políticas. Aferrados a su tradición y concepción de la sociedad, siguen utilizando sus herramientas criminales para sostenerse en el poder. Hoy igual que siempre, apelan a la violencia política para eliminar sus contradictores, mantienen sus postulados basados en el miedo para intentar mantener el control y manipulan todo con tal de negar cualquier asomo de renovación política. Basta con mirar la escalofriante cifra de 128 lideres sociales asesinados en el mes de julio, para darse cuenta de ello.

Si algo ha cambiado eso es nosotros. Por que cerrar los ojos a la realidad dinámica sería el peor error que pudiéramos cometer, por que como pueblo que somos vivimos y sentimos el acontecer cotidiano. Hacemos critica y conciencia de las implicaciones de estos cambios, para estar a tono con la realidad, ser raíz, sueño y esperanza para Colombia.


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