Por: Valeria Villamizar, corresponsal de Antorcha Estéreo.
Este 8 de marzo en las diferentes ciudades del país, las calles se invadieron de la marea violeta y verde de todas las mujeres conmemorando y reinvindicando nuestros derechos con la justa protesta social. En la jornada del 8M participaron las mujeres de todos los sectores, colectivas, juntanzas, estudiantes, sindicadas, trabajadoras y muchas más.
Barranquilla, Bogotá, Bucaramanga, Cucúta, Cali, Medellín y muchas otras ciudades fueron epicentro de las movilizaciones que visibilizaban las problemáticas de las que hoy somos víctimas las mujeres en este país.
Más de 20 feminicidios en lo que va corrido del año y cientos de alertas por violencia de género, son muchas de las cifras que hoy seguimos visibilizando y exigiendo que paren, que nos brinden garantías para habitar la ciudad de forma segura.
Esta violencia sistemática sigue existiendo a pesar de las acciones de todo tipo que han planteado las mujeres, pues el pasado 8 de marzo en movilizaciones como Bogotá, se presentaron acciones de represión policial y de violencia contra las mujeres.
En Bogotá se presentó una fuerte represión por parte de la UNDMO (antiguo ESMAD) contra las manifestantes, el abuso de fuerza por parte de los agentes armados del Estado violentaron a las mujeres, cerrando las vías de acceso y usando gas y aturdidoras contra la justa protesta social. A esto le sumamos que en la ciudad de Cali, barristas del América de Cali, sabotearon la movilización queriendo bajar un trapo a favor del aborto insultando a las manifestantes.
Esto solo evidencia cómo seguimos siendo víctimas de la represión y la violencia, por un lado por parte del Estado que entre sus prácticas reprime la justa protesta social. Y por otro la violencia por parte de sectores de la sociedad que siguen violentando a las mujeres por defender sus derechos o por el simple hecho de ser mujeres.
La lucha por la igualdad y por los derechos económicos, reproductivos, políticos de las mujeres seguirá siendo un camino repleto de barreras que seguimos atravesando desde nuestros lugares privados, públicos y colectivos. La violencia sistemática se evidencia a diario, en todos las esferas de la sociedad y ni siquiera en nuestra justa protesta social somos libres de esta violencia.
Seguiremos impulsando y apostándole desde cada lugar en el que estamos a la revindicación de nuestros derechos, a la igualdad y transformar la realidad. Apostando también a la prevención de violencias y la defensa de los derechos de las mujeres y niñas. Teniendo claro que la lucha antipatriarcal es también anticapitalista y anticolonial.