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Por: Raimon López, corresponsal de Antorcha Estéreo.

El feminicidio ha sido un crimen denunciado de manera permanente en diversas partes del mundo. Colombia es uno de los países con las cifras más altas de crímenes de odio contra las mujeres. La ciudad de Cali, capital del Valle del Cauca, no es ajena a esta realidad. La víctima de feminicidio ésta vez fue una niña de 14 años llamada Michell Dayana, abusada sexualmente y descuartizada por un hombre mayor de edad conocido como Harold Andrés Echeverri, que se desempeñaba como vigilante en un centro automotriz en el barrio San Judas, quién se fugó y posteriormente fue apresado en otra ciudad. Esto ocurrió el 10 de diciembre.

El responsable del establecimiento automotriz, desconcertado, desaprobó el crimen y está de acuerdo en que el violador pague con cárcel, y de esta manera se haga justicia. De ese modo,se hace participe del sentir de los moradores del barrio, que también pedían justicia, mientras reclamaban a las autoridades la protección de las personas de ña comunidad.

Lo ocurrido en la ciudad de Cali, como en otros lugares de Colombia, es el reflejo del sistema patriarcal donde las mujeres y niñas son sus principales víctimas, donde hay complicidad del Estado y sistema judicial. El violador y asesino de Michell Dayana ya tenía antecedentes de violencia sexual contra otras mujeres, en varias ocasiones había acosado a la menor y sin embargo seguía libre en las calles. Al sistema judicial de este país no le importan la seguridad y la vida de las niñas y las mujeres, no garantiza sus derechos, lamentablemente son casos que también se han presentado en otras ciudades. Este año se registraron 483 feminicidios, los departamentos con mayores cifras fueron Antioquia, Bogotá, Valle del Cauca, Cauca y Atlántico.

Ante el feminicidio y los delitos graves contra el pueblo, se hace necesario que el pueblo decida y persista en la defensa de la vida. Desde nuestra organización insurgente rechazamos estos actos: ni perdón, ni olvido…

Participar para transformar, para construir, para corregir, para crear una nueva nación de paz y equidad.

 


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