Las pretensiones del imperio norteamericano en la agenda injerencista para los días del 23 y 24 de febrero en la hermana república bolivariana de Venezuela también denominado el “Día D”, [1] significaba lograr un quiebre militar pero resultó ser una derrota más para Washington, la ultra derecha internacional, OEA y el Grupo de Lima, que intentaron disfrazar en actos de “ayuda Humanitaria” el intervencionismo militar, el derrocamiento del gobierno legítimo de Nicolás Maduro y así poder hacerse de un tajo de las riquezas minero-energética de ese país.
Para la efectividad de sus planes intervencionistas, Washington genera una «dualidad de poder» o “Estado paralelo” (caso Libia), nombrando a Juan Guaidó como presidente encargado de Venezuela, mostrando así una burla por derecho internacional, propiciando un golpe de Estado, como ya lo ha impulsado en otras naciones que se han opuesto a los designios de EEUU. Aquí el elegido como presidente interino, que se mantuvo por varios días en Colombia, es una figura puramente representativa del poder norteamericano para reversar la historia venezolana a tiempos coloniales, legitimar la intervención militar del imperio y hacer de Venezuela una estrella más de la bandera de EEUU.
Pero además, en esta agresión imperial a Venezuela, contrata mercenarios orientados por la CIA, igual como lo hizo en Yugoslavia, afecta la industria petrolera apoderándose de CITGO [2] para impedir su desarrollo económico – energético, tal como lo hizo con Irán.
Culto a la guerra
Esta “ayuda humanitaria” del Comando Sur de los Estados Unidos es una pieza definitiva en el asedio imperial qué por más de 20 años, y de manera sistemática y escalonada, viene agrediendo a la República Bolivariana. Para el 23 de Febrero organizaron el concierto “Venezuela Aid Live [3]” en Cúcuta, Norte de Santander ciudad donde el paramilitarismo, las mafias de toda las raleas son la ley. Hoy se convierte en el escenario desde donde se ejecuta el plan injerencista y desde donde, junto a mafia miamera, se ataca a la moneda venezolana, con el conocido “Dólar Today”.
El “Venezuela Aid Live” fue organizado por el multimillonario Richard Branson, patrocinado por el gobierno de Estados Unidos en el que participaron algunos artistas nacionales e internacionales de la industria “cultural” de Miami junto con el acompañamiento de gobiernos títeres, autoritarios, corruptos y de estrecha vinculación con el narcotráfico, de Colombia (Iván Duque), Chile (Sebastián Piñera) Argentina (Mauricio Macri), Brasil (Bolsonaro) y Ecuador (Lenin Moreno), atrincherados en autodenominado “Grupo de Lima».
Al respecto y con anterioridad, desde las pantallas de TV, uno de los grandes de la música Roger Waters, figura destacable de Pink Floyd, advertía al mundo entero, que la situación de Venezuela no es de ayuda humanitaria, de gente muriendo de hambre en la calle, con persecuciones a disidentes y crímenes perpetrados por el Estado, sino que todo se debe a una situación de guerra irregular o híbrida expresada en sabotajes, bloqueo económico y financiero, sanciones desde Estados Unidos con cercos de cuentas que impiden comprar medicinas y alimentos [4]. También se les sumaron a éstas apreciaciones artistas, músicos, escritores y organizaciones sociales y políticas de todo el mundo dando a conocer masivamente sus gestos de solidaridad con el pueblo venezolano y su compromiso verdaderamente humanista y en rechazo de este ataque imperial.
Una verdadera cultura de guerra y muerte vivió Cúcuta con el concierto “Venezuela Aid Live”, acompañada de la más atroz guerra comunicacional contra el pueblo, puesto que pretendían desde allí crear condiciones para la entrada de la supuesta “ayuda humanitaria”.
El presidente Duque destapa su plan de guerra contra Venezuela.
De manera encubierta la oligarquía colombiana ha declarado la guerra a la hermana República Bolivariana en la lógica de la guerra no convencional, en lo que se conoce como Proxy War o guerra que delega el imperio norteamericano a Colombia, miembro de la OTAN (Organización de Tratado del Atlántico Norte) desde el 2018, colocándose al servicio de sus planes geopolíticos.
El presidente de la oligarquía colombiana Iván Duque destapó la falsa diplomacia que años atrás mantenían los expresidentes Pastrana, Álvaro Uribe y Santos con Venezuela y desató la más grave agresión en la historia de nuestro país contra un país hermano. Aportó al cerco diplomático junto con Perú, Brasil y Argentina, asfixiando financiera y monetariamente la economía de Venezuela con el apoyo al dólar today. Realizó operaciones con fuerzas especiales, paramilitares, pillos que actuaron como mercenarios, dio apoyo político militar y diplomático a la oposición, a golpistas con inteligencia tecnológica, fomentó el separatismo en lo que se conoce en Venezuela como la “Media Luna” (Estados Táchira, Mérida, Zulia), y ejecutó operaciones extraterritoriales de las FFAA colombianas.
En esta dirección, el gobierno ha brindado refugio diplomático a Julio Borges de quien las autoridades venezolanas tienen claras pruebas que estuvo al frente de magnicidio dirigido al presidente Maduro y demás autoridades políticas y militares. También fue uno de los primeros gobiernos que dio reconocimiento al presidente de EE.UU., designado por Trump para Venezuela Juan Guaidó, colosal hazmerreír de la política regional.
El pasado 23 y 24 de febrero el presidente Iván Duque junto con la oposición venezolana violaron todas las leyes internacionales del Derecho Internacional, la soberanía de Venezuela, el convenio de integración binacional, pues permitieron que las fuerzas mercenarias se alistaran logísticamente con gasolina, molotov, piedras y armas usando banderas falsas con los símbolos de la Cruz Roja Internacional, y con el apoyo y protección de la policía nacional colombiana, que con la fabricación de falsos positivos, que fueron desmontados oportunamente por el gobierno bolivariano, pretendieron posibilitar un escenario de invasión militar al hermano país.
Con un Iván Duque jugando a la guerra externa ¿Qué pueden esperar los colombianos en cuanto a la resolución de los conflictos internos y la propia crisis humanitaria que vive, superior a la de Guatemala, México, Honduras e incluso la de Venezuela? Una crisis en la que tan sólo en Cúcuta más del 60% de sus habitantes exigen al gobierno nacional las condiciones mínimas para la vida digna.
Duque señala a Venezuela de padecer una crisis humanitaria y aun así le hace la guerra, mientras tanto en nuestro país, según la Unicef, uno de cada diez niños padece de desnutrición crónica y sigue siendo el país con mayor número de desplazados internos en el mundo, con 7,7 millones de personas en 2017, según la ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados). Acusan al gobierno venezolano se ser una dictadura, pero en materia de participación electoral Colombia es de los países con más bajo índice de participación electoral en Latinoamérica. No más, en el periodo comprendido entre 1994 y 2018, el promedio de abstención electoral para las presidenciales fue del 54,21%.
Debido a esta situación el 20 de febrero representantes de organizaciones sociales, políticas, sindicales y estudiantiles, anunciaron paro nacional para el 25 de abril en contra de las nefastas políticas económicas y sociales del Gobierno de Iván Duque, en defensa de la vida, la paz, la democracia, del medio ambiente y de todos los derechos de los colombianos [5].
Pueblo colombiano a defender la paz de la región
Sin duda alguna, la República Bolivariana es el epicentro de confrontación geopolítica mundial, por sus riquezas en recursos energéticos, hídricos, biodiversidad y recursos estratégicos para el modelo de desarrollo capitalista. Venezuela ha sido sometida a una guerra no convencional desde 1999, para desmantelar o dañar el Estado y cualquier vestigio de revolución bolivariana; para lograr su objetivo. Washington ha pretendido armar una guerra ente Venezuela y Colombia, aunque las consecuencias de esto sean incendiar y desestabilizar el continente entero.
El 23 y 24 de febrero también llamado por el imperio como el “Día D” venezolano fue un intento más que fracasado, pero seguramente vendrán más agresiones al país hermano y en alerta están los pueblos del mundo, pues cada vez son más las voces que se unen por la defensa de la soberanía, la autodeterminación de los pueblos, contra la intervención militar a Venezuela, por el diálogo entre las naciones para dirimir sus conflictos y por la paz y progreso de Venezuela y el mundo.
En ese sentido el ELN se une a esas voces rechazando una vez más la posición de la oligarquía en cabeza de su presidente Iván Duque como principal operador de los EEUU-OTAN para la agresión e intervención militar a la República Bolivariana de Venezuela, siendo fieles al internacionalismo guevarista, con pleno compromiso, toda nuestra solidaridad y lucha con el pueblo venezolano.
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[1] La expresión “Día D” es utilizada en la jerga militar para referirse a un día específico y deliberado previamente por arbitrariedad en el que se llevará a cabo un ataque aéreo, marítimo o naval contra una tropa o sitio simbólico perteneciente a la fuerza enemiga. Este concepto alude a un acontecer histórico de gran importancia para los países que conformaron el bloque de los Aliados durante el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial. Se trata del seis de junio de 1944, aquella madrugada en la que se produjo el Desembarco en Normandía (Francia).
[2] Citgo, es una empresa venezolana que opera en Estados Unidos, con cerca de 16.000 instalaciones, refinerías y gasolineras. Es la joya de la corona. Compra el petróleo venezolano mediano y pesado y lo refina y lo vende en miles de gasolineras en Estados Unidos. Prácticamente es el único ingreso en efectivo que tiene Venezuela. JORGE ANGELONI (BRECHA) https://ctxt.es/es/20190206/Politica/24288/sinpermiso-manuel-sutherland-marxismo-venezuela-maduro.htm
[3] Live Aid (Ayuda en Vivo) fueron 2 conciertos realizados el 13 de julio de 1985 de forma simultánea en Londres (Inglaterra) y en el John F. Kennedy Stadium de Filadelfia (Estados Unidos), el motivo fue recaudar fondos en beneficio de los países Etiopía y Somalia, por drástica situación material por años de guerra interna. Para el caso de Etiopía, décadas después la gente preguntaba a dónde fueron a parar dichos fondos, para muchos fueron fondos que cayeron a manos de Derg (junta militar disfrazada de comunista que gobernó Etiopía 1974-1987) destinándolos a la compra de armar para grupos paramilitares.
[4] https://www.alainet.org/es/articulo/198308
[5] https://www.facebook.com/CumbreAgraria/videos/323267791868520/