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En nuestra querida Colombia no para el baño de sangre dirigido por la oliagarquía contra el pueblo, para tratar de detener las justas luchas por una vida digna.

En Carmen de Bolivar, Bolivar, fue asesinado un líder social. En Paez, Cauca, fue asesinada una lideresa indígena. Y, en Caloto, Cauca, fue agredido un guardia indígena del resguardo Toez, según informaciones iban por el coordinador local de la Guardia Indígena.

Fue asesinado un líder social y gobernador indígena de resguardo en el Bajo Baudo, Chocó. Fue desaparecido y luego su cuerpo fue encontrado con signos de tortura. En los últimos años se han denunciado en multiples ocasiones la fuerte presencia paramilitar en ese territorio.

Comunidades campesinas de Guaviare y Meta denuncian el asesinato en San José del Guviare del líder campesino y excombatiente de FARC. Participó activamente de las recientes protestas en la zona y también de la reunión con miembros del gobierno y altos mandos militares, donde fueron señalados y estigmatizados. Acusan de dicho asesinato a militares y su hermano se encuentra desaparecido. En Putumayo también fue asesinado un excombatiente de FARC.

Fue asesinado un campesino en zona del Catatumbo, Norte de Santander, y personas vieron retirarse a soldados del lugar poco después de escucharse disparos, se presume una nueva ejecución extrajudicial.

Y aunque militares y paramilitares al servicio de la oligarquía no se detienen en la guerra contra el pueblo, tampoco cesan las protestas de diversos sectores populares que buscan un futuro digno para Colombia.

En diferentes territorios del país, en vías públicas y a las afueras de batallones militares, se realizaron plantones y protestas contra el ejército por el secuestro y la violación de la joven indígena embera de 12 años llevado a cabo por 7 soldados. En los últimos días también se ha hecho público que en septiembre de 2019 otra menor indígena fue secuestra y violada por 4 militares en Guaviare, y que quizá haya otras 4 menores violentadas en dicha ocasión. Solo desde 2016, hay 118 militares -entre soldados, oficiales y suboficiales- investigados por abusos y violaciones a menores de edad.

En Soacha, Cundinamarca, se desarrollaron protestas y choques contra la policía para impedir desalojos, la comunidad exige el derecho a una vivienda digna. En medio de las protestas un joven resulto asesinado por arma de fuego por la policía.

Desde hace una semana se esta desarrollando la Marcha por la Dignidad, convocada y organizada por indígenas, campesinxs, afrodescendientes, estudiantes, trabajadores, la cual arranco desde Popayán y se dirige hacia Bogotá, denunciando el genocidio al que esta siendo sometido el movimiento popular colombiano mientras el gobierno nacional no hace nada al respecto.

En Cumbal, Nariño, se presentaron protestas de la comunidad por el asesinato de un joven perpetrado por miembros de la policía.

En Argelia, Cauca, comunidad campesina protestó contra miembros de las fuerzas armadas que peretendían hacer erradicación forzada. La comunidad retuvo a 40 militares y luego de llegar a algunos acuerdos procedieron a liberarlos.

Como Ejército de Liberación Nacional denunciamos la barbarie de la fuerzas militares y paramilitares que, al servicio de la oligarquía, persiguen y asesinan al pueblo colombiano que se organiza y lucha por los necesarios cambios. Desde nuestro surgimiento, y hasta el día de hoy, hemos confrontando a las fuerzas armadas y al paramilitarismo, no porque deseemos la guerra, sino porque no han dejado otra salida para lucha por una Colombia para todxs.

Convocamos a toda la población a rechazar el accionar apátrida y antipopular de las fuerzas militares, invitamos a los colombianos y colombianas a continuar y unir esfuerzos en la lucha contra la oligarquía. El ELN continuará firme en la lucha, siempre junto al pueblo, por una Colombia para las y los trabajadores.


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