Octubre de 2024
CARTA A MIS COMPAS EN LAS CÁRCELES
«Vita pugnaci iura sub ense iacent»
[Las leyes yacen vencidas bajo la espada guerrera]
Hemos elegido ser guerreras, que no es lo mismo que ser guerreristas. A veces la violencia es sólo otro medio para lograr aspiraciones más altas: la justicia, la igualdad, la libertad y la solidaridad, para nosotras se traduce en nuestros grandes objetivos de transformación social.
Con la cárcel el enemigo busca destruir nuestra moral y nuestras convicciones, pero también encochinarnos con su ideología individualista y egoísta, que nos hace pensar sólo en el yo, como si fuera posible existir y ser feliz sin el mundo y su gente. Éste no es su único medio, pero es el más eficaz y certero.
Nuestra fuerza no sólo nace de nuestro interior, también se nutre de nuestras relaciones. Ese fuego interno de rebeldía y dignidad crece alimentado por la llama de todas las dominadas y oprimidas. Cierra los ojos, y mira hacia ese fuego interior, nota como crece y crece cuando llegan a la mente y al corazón los recuerdos de la familia, nuestras compas guerreras, de todo nuestro pueblo. Cuando veas o sientas que ese fuego se desvanece, recuerda que en nuestro interior de guerreras se encuentra la naturaleza del fénix, esa mítica ave de fuego que renace de las cenizas. Porque la vida se trata de eso, de morir y volver a nacer ¿Cómo deseas renacer?
Renacemos más fuertes, más inteligentes y sabias, más amorosas.
Usamos las armas de nuestro enemigo para hacernos más fuertes. El encierro no acabará con nuestra moral ni nuestras convicciones. Este encierro lo usaremos para pulir ese fuego eterno que yace en nuestro interior y renacer.
¡Somos fuego! Que puede crear o destruir, así que ¡arde!
Una compañera de lucha.