El negocio fallido de la movilidad en las ciudades
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Por: Omaira Montoya H.

Hace más de una década nos vendieron en perspectiva de progreso a los Sistemas Integrados de Transporte Masivo (SITM), como la solución y modernización de la movilidad en las grandes ciudades. Modelo copiado de otras urbes del mundo e impuesto a los habitantes urbanos con poca planificación del territorio. Hubo más bien una sed de grandes rentabilidades entre los negociantes, que vieron en la movilidad de las personas una oportunidad más para llenarse los bolsillos. Hoy, se están viviendo las consecuencias negativas de algo que indudablemente empezó mal.

Varios de esos SITM funcionan a pérdidas o sin generar ganancia alguna, porque los operadores o concesionarios no tienen la capacidad de financiar las operaciones del sistema. En consecuencia, el denominado transporte público, que es operado por privados, se financia con recursos públicos para poder sostenerse con grandes dificultades. Ejemplos de estos sistemas en las ciudades son El Metro de Bogotá, el MIO en Cali, Metrolínea en Bucaramanga, TransMetro en Barranquilla, Transcaribe en Cartagena y El Metro de Medellín; que es el único que funciona en equilibrio financiero pero sin generar ganancias (Ver tabla 1). [1]

Tabla 1. Balance de los SITM para 2023

SITM

Ciudad

Balance/Déficit 2023 (pesos)

Metro

Bogotá

-2 billones

MIO

Cali

-125.000 millones

TransMetro

Barranquilla

-45.015 millones

Metro

Medellín

0

Fuente: Datos El Tiempo[1]

El MIO y la decadencia de los Sistemas de Transporte Masivo

Podemos decir que el virus del Covid-19 aceleró muchas de las crisis que ya se habían previsto, provocó quiebres, puntos de inflexión y rupturas en muchos ámbitos de la vida y del funcionamiento de la sociedad, que dentro del modelo capitalista se lograron reacomodar generando nuevos problemas.

Desde el 2020, para evitar las aglomeraciones y cuidarse del contagio, todos los sistemas en las ciudades disminuyeron los usuarios diarios que movilizaban. El MIO por ejemplo, dentro de las proyecciones financieras, necesita movilizar por lo menos 600,000 usuarios diarios para no operar a pérdidas. Después del 2020 movilizaba alrededor de 450.000; y luego del estallido hoy en día moviliza aproximadamente 250.000 personas. Esto deja ver que los sistemas de transporte masivo no son una solución a la movilidad y no son cruciales para la calidad de vida de quienes estamos en los centros urbanos.

Han sido los “moto-ratones”, “los piratas”, los camperos “o gualas” en las formas de organización de la gente para la sobrevivencia, quienes- y aun con todas las dificultades- han representado las alternativas de movilidad para las personas. Otras, con grandes esfuerzos han adquirido motos propias, porque disminuyen los tiempos de desplazamiento y son el medio de sustento de muchos. No es casualidad que el 2022 haya sido el año record en donde se matricularon la mayor cantidad de motos en el país, 822.617 según el RUNT [2], ante la poca e ineficiente cobertura de los SITM.

Es por esto que se habla de una crisis sistémica, de un modelo de movilidad que comenzó mal desde su misma imposición en las ciudades, y que también impuso un modo de vida del que poco a poco la gente se está saliendo. Sistema que tiene deficiencias estructurales, desequilibrios financieros, demoras en su desarrollo y poca demanda de pasajeros [3].

Aunque el pasaje del MIO aumentó 300 pesos, según el alcalde Jorge Iván Ospina, transportar a un pasajero cuesta 6.000 pesos, el usuario cubrirá 2.700 pesos para el 2023 y la diferencia tarifaria, es decir, 3.300 pesos, los cubren los recursos que gestione la administración municipal. En esa lógica, ante la ausencia de recursos e incapacidad de conseguirlos, es que la alcaldía le debe a los operadores como Blanco y Negro Masivo, Git Masivo, ETM y Unimetro (En solicitud de liquidación), más de 80 mil millones de pesos, y por esos atrasos Metrocali se tuvo que acoger a la ley 550 (o ley de quiebras), por una demanda de GIT Masivo en 2019.

Como quien dice, tras de que los privados no son capaces de gestionar nuestra movilidad, se lucran con ella y al final les salimos a deber. A todas luces es un sistema que es insostenible e inconveniente para el sector público y privado, donde al final pierde la gente trabajadora que necesita llegar a laborar, que despiden porque algún operador tiene problemas de funcionamiento, que se atrasan sus salarios por los inconvenientes administrativos, y que de todas maneras es un mal servicio que no corresponde con el precio ni con las contribuciones que supuestamente se han hecho.

Algunos políticos demagogos como siempre, intentan individualizar las responsabilidades a las personas. Como en época de pandemia, si alguien se contagiaba era culpa de que no se protegía y era irresponsable con el prójimo. Ahora, si el sistema de transporte está mal es culpa de los colados que no tienen cultura y no son “buenos ciudadanos”. Bajo esta argumentación, las cabezas de este desastre se libran de toda responsabilidad y desvían la atención de los verdaderos problemas y los verdaderos responsables.

Por eso, una causa del malestar de la gente en Cali y otras ciudades durante el estallido, fue el sistema de movilidad. Los ataques a esta infraestructura dan cuenta del desacuerdo generalizado y que son necesarias otras alternativas a las de siempre, ojalá atendiendo a las necesidades de la ciudad y primando el bienestar general.

Malla vial, caos vehicular y malestar por las fotomultas

Si el sistema de transporte genera intranquilidad, el caso de las vías en la ciudad de Cali va de mal en peor. Se suponía que en 2022 se radicó un contrato por 31.386 millones de pesos, para que la reparación y mejoramiento de la malla vial estuviese terminada el 31 de Diciembre de 2022. Para ese mes solo estaba avanzado un 36%, y en lo corrido del 2023 los avances siguen siendo pequeños. La situación se complica, cuando solo el 25% de las vías (656km) están en buen estado, 54% (1405 km) en estado regular y 20% (524km) en muy mal estado, además de que hay 16 kilómetros de vías sin pavimentar [4].

Como consecuencia, el tráfico vehicular ha relentizado sus tiempos, la gente se desespera para llegar a sus destinos porque no ve reflejadas las inversiones del gobierno local con el dinero de los impuestos, en algunas partes la misma comunidad rellena los huecos, y los carriles del MIO son usados como alternativos porque es una infraestructura subutilizada.

Finalmente, el malestar aumenta cuando de manera desacertada la administración local vuelve a instalar las fotomultas tumbadas por la gente en 2021, varias en lugares donde las calles están en pésimo estado. Muestra clara que lo importante es generar dinero con cada oportunidad de negocio y no con la solución a los problemas de ciudad.

Soluciones para seguir en las mismas

Las propuestas para saldar la crisis del MIO, generalmente han sido accesorias y poco estructurales. Es decir, son propuestas para sostener el negocio y el sistema fracasado, y no para solucionar la movilidad. La mayoría le atañen a la alcaldía: conseguir más recursos, reducir las diferencias tarifarias, recursos de sobretasa a la gasolina, alquiler de carriles del MIO a privados [5], y así. Pocas o ninguna le corresponden a los privados. Y tristemente, siguen en la terquedad de seguir construyendo estaciones y tramos viales, reduciendo el espacio para la movilidad por darle exclusividad a los buses azules. Aunque saben que el sistema es insostenible, quieren mantenerlo a como de lugar para no reconocer sus errores.

Sin embargo, más temprano que tarde habrá un colapso total del sistema y la misma presión de la gente hará que cambie el enfoque de ver la movilidad en las ciudades. Cuando eso ocurra quizás sea muy tarde para evitar lo ya derrochado en infraestructuras inútiles, pero nunca tarde para reformular el modo de vivir y movernos en la ciudad.

Fuentes:

[1] Los sistemas de transporte masivo en el país arrancan el año con saldo en rojo. Periódico El Tiempo. 5 de Enero de 2023.

[2] ¿Qué hacer con las motos? Portafolio. 13 de Enero de 2023.

[3] Crisis Sistémica. Periódico El Tiempo. 12 de Enero de 2023.

[4] Contrato para recuperar malla vial de Cali antes de fin de año solo ha avanzado un 36%. Periódico El País Cali. Diciembre de 2022.

[5] Crisis del Mio: Las propuestas de la alcaldía para salvar el sistema. Periódico El País Cali. 14 de diciembre de 2022.


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