Editorial Revista Insurrección Nº 886
Comando Central (COCE)
Declaración del Comandante Pablo Beltrán de la Delegación de Diálogos del ELN, el 10 de marzo de 2023 en la Clausura del Segundo Ciclo de Conversaciones de la Mesa de Diálogos de Paz, realizada en la Ciudad de México.
En un país como Colombia no es fácil unificar a todos tras un sólo propósito nacional, pero así les parezca utópico, este es el llamado y la meta que nos hemos propuesto en esta Mesa de Diálogos para la paz, que reúne al Gobierno que conduce el Presidente Gustavo Petro y nuestra guerrilla del Ejército de Liberación Nacional, la cual es apenas un instrumento del Proceso de Paz que iniciamos juntos hace siete meses, movidos por el Mandato de Cambio, que la juventud y amplios sectores de la sociedad instauraron en las calles y caminos de Colombia, en el reciente Estallido Social.
La Nueva Agenda de negociaciones que acá firmamos, es un potente brazo al que hemos llamado Acuerdo de México, con el que convocamos a toda Colombia para que participe en la construcción de una Visión Común de Paz, más allá de la que podamos tener las dos partes de esta Mesa, con la finalidad que nos sirva como fundamento de una alianza político-social, que estructure un Acuerdo Nacional por las transformaciones que necesita nuestro país y lidere la transición inaplazable, que permita pasar la página de la trágica noche de la violencia estructural; de este modo, un objetivo grande, contará con una fuerza grande que lo propulse, en una ruta sostenida de cambios de corto, mediano y largo plazo.
Con esta Nueva Agenda nos proponemos servir a los intereses de la Nación y a la gran mayoría de nuestros compatriotas, dejando en un lugar complementario los objetivos específicos de las dos partes, decisión que atiende las urgencias de los millones de víctimas de la violencia estructural y del conflicto que ella incesantemente gesta, siendo la Madre Tierra una de las víctimas más agredidas; a este torrente humano invitamos a movilizarse, participar y luchar por lograr un país en paz con justicia social, en el que erradiquemos el imperio de lo ilícito sostenido por la fuerza, en un esfuerzo democratizador que nos permita llegar ser una Nación digna, que sumada a los pueblos de Latinoamérica y el Caribe, busque tener una sola voz ante las potencias mundiales.
Todos debemos cambiar para lograr una paz integral y duradera, todos debemos participar en su diseño y realización, nadie debe quedar por fuera de este propósito nacional, es responsabilidad de todos tener un país en el que cese el exilio causado por la persecución política o la penuria económica, hay que ‘frenar en seco’ que siga creciendo la miseria y la pobreza que agobian a dos tercios de los colombianos, además debemos detener la depredación de nuestra rica y abundante biodiversidad, y resolver la crisis humanitaria que sufren las mayorías nacionales.
En esta Agenda de negociaciones nos comprometemos a acordar transformaciones y superar el conflicto armado, para ello llamamos a una amplia participación de la sociedad, que diagnostique la situación que vive el país y formule los cambios de fondo que requiere. Resaltamos la manera como esta Mesa trabaja la perspectiva de género, que facilita mayores niveles de participación de las mujeres en el logro y mantenimiento de la paz. De forma especial acordamos atender los derechos de todas las víctimas, sobre la base de la asunción de responsabilidades, compromiso que abre el camino para la reconciliación nacional.
En el Segundo Ciclo de conversaciones realizado en la sede de la Conferencia Interamericana de Seguridad Social en Ciudad de México, además de acordar la Nueva Agenda, iniciamos a desarrollar el Primer Punto referido a la ‘Participación de la sociedad en la construcción de la paz’, así mismo, dimos los primeros pasos para concretar un Cese el Fuego Bilateral, Nacional y Temporal, que creará mejores condiciones para la movilización y participación de los colombianos en el Proceso de paz.
Solamente la paz hace viable a nuestro país y lograrla es responsabilidad de todos los colombianos, de la comunidad internacional esperamos y agradecemos su apoyo, en especial valoramos su acompañamiento a este esfuerzo nacional por desarrollar una Solución Política del Conflicto. A las potencias interesadas en arrastrarnos tras espurias consignas de Guerra Perpetua, les pedimos que respeten nuestra decisión de lograr la reconciliación nacional, con la que aportaremos a hacer de esta ‘una región de paz’, como nos ha convocado la Celac.
Esta Mesa para los diálogos de paz de Colombia valora altamente y agradece el aporte de los Estados Unidos Mexicanos, al servir de sede de este Segundo Ciclo de conversaciones, en el entendido que este esfuerzo dinamiza la Agenda latinoamericanista liderada por el Presidente Andrés Manuel López Obrador y el Canciller Marcelo Ebrard Casaubon; igualmente tenemos un profundo agradecimiento para con la República de Cuba quien generosamente ha aceptado ser sede de la siguiente Ronda de diálogos de esta Mesa, en cumplimiento de su rol de País Garante, como también lo asumen los demás países garantes: Brasil, Chile, México, Noruega y Venezuela; junto a los buenos oficios de los Acompañantes Permanentes el Representante Especial del Secretario General de la ONU y de los delegados de la Conferencia Episcopal de Colombia; a los que confluye el aporte importante del Grupo de Países de Acompañamiento, Apoyo y Cooperación, constituido por Alemania, España, Suecia y Suiza.
A todos los presentes, a los ausentes, a los que quisieran estar y no pudieron, agradecemos el aporte de su energía positiva, indispensable para sacar adelante la más noble de las causas, como es esta de la paz. ¡Muchas gracias!
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