Editorial Revista Insurrección N° 920
Comando Central (COCE)
En los ataques de Israel contra la Franja de Gaza la mayoría de las víctimas son no combatientes, lo que constituye un Genocidio, ¿por qué Estados Unidos y sus aliados se oponen a que haya una negociación de paz y se pacte un cese el fuego?
El conflicto en la Palestina Histórica se recrudeció hace 75 años cuando las fuerzas judías sionistas despojaron a los palestinos de sus tierras para fundar allí el Estado de Israel, catástrofe que en árabe se llama Nakba; ahora con la ofensiva bélica de la extrema derecha judía gobernante en Israel contra Gaza, buscan completar este despojo, expulsando los palestinos hacia Egipto. Esta es la primera responsabilidad de quienes apoyan a Israel: validar la creación del Estado israelita a costa de aniquilar al pueblo palestino. Es el apoyo del colonialismo occidental al colonialismo sionista.
A la violencia del colonizador el pueblo palestino resiste con la violencia del colonizado, que los medios de comunicación occidentales califican como “terrorismo”, cuando se trata de una lucha contra las fuerzas sionistas de ocupación; también estigmatizan la gesta palestina como “antisemita”, cuando en realidad es una lucha contra el supremacismo judío, que ha impuesto un régimen de apartheid a los palestinos. Está demostrado que son los sionistas quienes han usado históricamente la ‘disuasión con terror’ contra los palestinos, viles medios que la prensa occidental sigue escondiendo.
En la comunidad internacional crece el llamado para que haya una solución negociada de este conflicto y se acuerde un cese el fuego, pero EEUU y sus aliados se siguen oponiendo, negacionismo que precipita a la región hacia una guerra más amplia, en la que Biden busca debilitar a sus adversarios, en una coyuntura en que la potencia norteamericana pierde importancia en oriente medio y al atizar la guerra perpetua, persigue frenar su declive en esta región que provee la mitad del petróleo del mundo.
La vida y la libertad del pueblo palestino llegarán persistiendo en la lucha contra el colonialismo y el imperialismo, la solución de este conflicto debe buscarse por medios político-diplomáticos que garanticen la constitución de un Estado palestino independiente con base en las fronteras de 1967, cuya capital sea Jerusalén oriental; con esta solución justa se solidarizan los pueblos del mundo.
