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Por: Valentina Torres, corresponsal de Antorcha Estéreo.

15 años le ha tomado al Gobierno colombiano pedir perdón a las comunidades y madres de Soacha por uno de los sucesos más violentos de la historia colombiana. Las ejecuciones extrajudiciales cometidas por las fuerzas armadas, han dado como resultado 6.402 víctimas de falsos positivos registrados, un número que sigue aumentando. Por medallas, vacaciones, reconocimiento, promociones militares, dinero, permisos y hasta por miedo… militares de la fuerza armada de todos los rangos, perpetraron asesinatos, masacres y violaciones al pueblo.

En 2008, 19 jóvenes procedentes de la localidad de Soacha fueron engañados con promesas de falsos trabajos y fueron presentados como bajas guerrilleras en Norte de Santander. A esto el ministro de guerra ha pedido perdón por los 19 falsos positivos, en un acto público en la Plaza Bolívar.

A pesar de participar del evento y el acto público, las madres cuestionan que estas acciones vienen de un Gobierno que no fue parte ni tuvo que ver en los hechos. Florinda Hernández madre de Elkin Gustavo Verano asesinado el 15 de enero del 2008, señaló:

«Era Juan Manuel Santos el que debería haber estado presente para que nos diera la cara y nos pidiera perdón».

Santos, el supuesto nobel de paz, que firmó el acuerdo con las FARC-EP, fue ministro de guerra durante el periodo presidencial del paramilitar Álvaro Uribe Vélez. El que años atrás afirmó que los jóvenes no estaban recogiendo café, una frase de la que luego el matarife se arrepintió de enunciar. Y que hace unas semanas en las calles de Antioquia afirmó dar la orden de la operación Orión en la comuna 13 de Medellín, que con 1.500 uniformados en este crimen, dejó más de 90 personas desaparecidas y al menos 70 asesinadas. Y a raíz de estas declaraciones de las madres de Soacha, el paraco Uribe salió a decir que en su gobierno siempre «se exigió el cumplimiento de los Derechos Humanos» y afirmó que supuestamente nunca se pagó por el asesinato de inocentes.

Este acto de reconocimiento de la responsabilidad del Estado, está enmarcado en sentencias de otros tribunales en las que se ordenó a las fuerzas militares y al Ejército Nacional presentar excusas públicas a las víctimas y la sociedad. Como también otros casos donde a pesar que se probó la responsabilidad del Estado no se ordenó actos de disculpas públicas.

Así mismo las víctimas reconocen la responsabilidad de quien fue presidente en su momento: Uribe. Ha intentado por décadas minimizar y justificar las acciones paramilitares que dejaron tantos falsos positivos en el país. Las familias de las víctimas y el pueblo ha decido no olvidar, exigir la justicia y la verdad que se les ha sido negada por décadas.

La cultura paramilitar y las políticas estatales que han asediado la sociedad colombiana por décadas tendrá que ser erradicada. Las ciudades se han declarado antiuribistas y rechazan las acciones paramilitares que han desangrado a nuestro país y que sigue sucediendo.

El dolor de las familias, la ausencia de sus seres queridos no podrá ser borrado con actos institucionales. Reconocemos que si, dejará un precedente pero pedir perdón no deberá ser la única acción gubernamental. Es necesaria una transformación estructural en todos los ámbitos de la sociedad. La relación del paramilitarismo con las instituciones del estado y las fuerzas armadas, siguen estando presentes. La política guerrerista, asesina y criminal llegará a su fin.

¡Ni perdón, ni olvido!


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