Por: Antonio Parra, corresponsal de Antorcha Estéreo.
La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), imputó por primera vez a un excomandante por crímenes de guerra y de lesa humanidad. El ex general Mario Montoya junto con 8 militares, es acusado de ejecución de 130 falsos positivos en Antioquia entre el 2002 y el 2003. Resultado de toda esa presión que dieron a las fuerzas armadas para que brindaran resultados, centrándose en presentar muertes en combate como único indicador de éxito, y evidentemente con sus respectivos incentivos y recompensas, que hoy deja al país con más de 6.000 falsos positivos.
La JEP identificó en su investigación que quienes no lo hacían se exponían a castigos y en este caso las presiones las ejerció el general Montoya y el método para comunicar estas presiones por resultados fue a través de los programas radiales diarios. Lo más doloroso y alarmante ha sido que partir de lo investigado, se encontró que las órdenes hablaban de reportar litros, chorros, ríos, barriles… de sangre. Todo este accionar a manos de los militares y el 80% de los crímenes, se concentran en el Batallón de Infantería No.4 «Jorge Eduardo Sánchez».
Por otro lado, según la JEP las unidades tácticas de la Brigada asesinaron y desparecieron forzosamente a personas en 16 municipios de Antioquia. 33 de las víctimas fueron desaparecidas, entre ellas 15 niños y niñas, 5 mujeres y 3 personas en condición de discapacidad. Estos hechos no fueron aleatorios, han sido una situación sistemática y se reconoce que fueron planeados por agentes del Estado.
La sala de la JEP determinó que como comandante de la IV brigada, entre 2002 y 2003 mintió sobre la producción de bajas pertenecientes a las FARC-EP y se mostró dispuesto a encubrir posibles casos de extralimitación, en el uso de las fuerza presionó a los miembros de las unidades militares adscritas a la IV brigada, midiéndolos, comparándolos e intimidándolos, para que produjeran bajas a toda costa.
Además, dentro del desarrollo de la búsqueda de la verdad por parte de la JEP, los resultados demostraron que Montoya engañó a las personas en condiciones de vulnerabilidad socio económica para ser trasladadas al lugar donde serían asesinadas y para ser presentadas como bajas en combate por integrantes de las fuerzas armadas. La JEP afirma que el general Montoya y los 8 militares imputados con él, en 30 días hábiles tendrán que reconocer los hechos y su responsabilidad o rechazarlas. Si hay reconocimiento, la JEP realizará una Audiencia Pública de Reconocimiento de la Verdad.
Frente a estos falsos positivos, La JEP ha recalcado que en Antioquia se presenta la mayor cantidad de falsos positivos, de las 6.402 víctimas en el gobierno de Alvaro Uribe, 1.613 ocurrieron en este departamento. Aunque, hasta el momento la JEP ha imputado a 62 personas por “falsos positivos”. Será necesario seguir apostando a la verdad, para hacerle frente a la impunidad de la que se ha beneficiado el Matarife y los cientos de militares involucrados en todos estos sangrientos hechos.
Como Ejército de Liberación Nacional rechazamos estos hechos del paramilitarismo, que siempre ha atropellado al pueblo aliándose con los gobiernos de turno, queriendo demostrar resultados desangran la sociedad con sus prácticas inhumanas y paraestatales.
Reconocemos la importancia del derecho a la verdad de los pueblos, que militares como Mario Montoya le han negado al pueblo, no solo masacrando y desapareciendo comunidades sino que le ha mentido a las víctimas. Eso solo demuestra lo que genera el poder y políticas paramilitares como la de Uribe con los falsos positivos.
Seguiremos enfrentando y erradicando la cultura paramilitar que no solo está presente en el pueblo colombiano sino en gran parte de Latinoamérica. Esto es lo que se vive día a día en Colombia y por eso seguiremos alzados en armas, siempre junto al pueblo ¡Ni un paso atrás!