La guerra ideológica contra la paz en Colombia
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Por: Claudia Torres, corresponsal de Antorcha Estéreo.

La estrategia posicionada por varios miembros del Estado colombiano junto con diversos medios de comunicación hegemónicos, insiste que la comandancia del ELN no tiene unidad de mando, es una guerrilla federalizada, no controla y orienta los nueve Frentes de Guerra pertenecientes. Queriendo posicionar en la esfera pública que la línea política y las decisiones que toma el Comando Central son acatadas por unos Frentes y por otros no.

Por el contrario, desde ELN hemos sido enfáticos que existe unidad de mando. Esto responde a la identidad político-organizativa de carácter Lenninista que hace parte de nuestro ADN, donde el centralismo democrático es fundamental, tiene que ver directamente con la forma de tomar decisiones estratégicas y tácticas; hay una participación colectiva y a su vez existe un escenario de dirección encargado de orientar y coordinar éstas. Aquellos elementos se han desarrollado a nivel interno y externo de la organización.

No es contradictorio que los diferentes Frentes de Guerra tengan un accionar diferenciando, esto responde a las realidades de cada región del país donde nos encontramos. Hay una mirada muy reducida cuando se plantea que no hay unidad de mando dentro del ELN cuando estas diferencias y características se presentan, negando de facto la diversidad territorial, étnica, cultural, económica e incluso del desarrollo del conflicto en cada parte de Colombia.

En estos 59 años de lucha, ha quedado claro que a partir de la construcción de organización insurgente, con raíces que beben de un legado de liberacional nacional en relación directa con la identidad político-organizativa Lenninista, donde el centralismo democrático es un eje fundamental, ha sido el soporte para seguir pensando que es posible e innegable que el socialismo se materialice.

Sin embargo, en la guerra de cuarta generación en la que estamos inmersos, donde los medios de comunicación hegemónicos juegan un papel fundamental, estos han sido un impedimento a la hora de pensar y construir una sociedad diferente, ya que manipulan y en engañan a la sociedad.

Históricamente estos responden a intereses de la clase dominante, los dueños de estos medios son grandes empresarios del país, muchos de ellos ocupando puestos importantes en la lista de las personas más ricas del mundo.

La inteligencia militar y los medios de comunicación pretende posicionar en la esfera pública, que hay un plan por parte nuestra donde se orienta acciones militares contra: el Fiscal General Francisco Barbosa, María Fernando Cabal y el General Zapateteiro. Frente a ello, el comisionado de Paz plantea que hay desinformación y no hay pruebas verificables, añade que es posible que haga parte del saboteo que pretenden hacer diversos miembros del Estado Colombiano al proceso de Paz.

Desde las noticias de la FM, se planteó que es muy peligroso y grave no creerle al establecimiento y sí a delincuentes terrotistas del ELN, que tiene más peso lo que plantee un guerrillero a un funcionario del Estado, por el hecho de ser Fiscal posee un respaldo y una legitimidad innegable. Barbosa responde ante esto, que es equivocado pensar que está en contra del proceso de Paz cuando ha sido el primero en aportar a ello, firmando la pausa de varias órdenes de capturas de miembros del ELN.

Es falso que Barbosa por el hecho de pausar algunas ordenes de capturas del ELN, sea el más interesado y aportante al proceso de Paz, sólo está dando cumplimiento a uno de los acuerdos realizados entre el Gobierno Nacional y el ELN. Barbosa ha sido enfático en plantear sus desacuerdos con el proceso y argumentar que tiene una visión diferente de paz, ésta conlleva la rendición y dejación de armas por parte de la guerrilla y no la discusión profunda sobre el conflicto social y político que vive el país hace más de 50 años. Esto responde claramente al objetivo de engañar y confundir al pueblo colombiano, pretendiendo debilitar la participación y el desarrollo de la Mesa de Diálogo de Paz.

Por su parte, los medios de comunicación siguen empleando palabras como: terroristas, enemigos de la paz, delincuentes, miserable y criminales, elementos de manipulación ideológica para llevar al pueblo colombiano a tomar posiciones a favor de actores como Barbosa, negando que se construyan otras narrativas que permitan tener una mirada profunda para comprender conscientemente los hechos políticos que se presentan en el país.

Desde el Ejército de Liberación Nacional, ratificamos nuestro compromiso con el cese al fuego Bilateral, Nacional, Temporal y con nuestra entrega en la construcción de una paz con justicia social. Además, le exigimos a los medios de comunicación hegemónicos que respeten el Mecanismo de Verificación pactado en la Mesa, donde se orienta esa éste el único encargado de manifestar si algunas de las partes está incumpliendo el Cese al Fuego. De igual manera, denunciamos la violencia que ejercen los medios de comunicación hacía la población, instalando narrativas totalmente manipuladas y engañosas, negando la posibilidad de transformar la mentalidad y la cultura de guerra que se ha consolidado en más de 50 años de conflicto interno en el país.

 


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