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Simona Montoya
Frente Urbano Carlos German Velasco Villamizar

La guerrilla es pa`locos. En un mundo cuerdo, donde ya está definido lo bueno y lo malo, el deber ser, lo correcto y lo incorrecto y sobre todo donde ya está definido quienes son los amos, los dueños, la gente de bien, los plebeyos y los sirvientes… “la gentesita esa”. Es de locos creer que ese orden se puede y debe cambiar.

La guerrilla es pa` locos. Solo un loco puede creer que el pueblo merece tener una seguridad alimentaria, solo un loco puede creer que los dineros públicos deben ser invertidos en educación de calidad para todos y todas, solo un loco se atreve a pensar que un educador merece tener un reconocimiento monetario mayor al que recibe un político.

La guerrilla es pa` locos. Porque solo los locos se atreven a negar “el sagrado derecho” a hacer de la salud y por ende de la vida un negocio. Quién puede estar tan loco para perder la gran oportunidad de enriquecerse con algo tan fundamental como la salud, la vida y hasta con la muerte -porque hasta el fin de la vida representa hoy un jugoso negocio- ¿Quiénes más que esos locos guerrilleros que pretenden negarle a la clase de bien el “el sagrado derecho a estar cuerdos”?

La guerrilla es pa` locos. Se necesita estar loco, muy loco, para pretender que los recursos naturales pertenezcan a toda una población, o peor aun, que no sean explotados dizque para “salvar el planeta” y “cuidar el agua”. Como si tuviéramos un futuro tan seguro y pudiéramos afirmar estar vivos cuando este planeta muera o cuando el agua se acabe. Acaso les es tan difícil entender a esos locos, que solo la gente de bien, aquellos que han ido a las mejores universidades, son quienes realmente podrían administrar y dar buen uso a los recursos naturales.

Para qué agua, para qué fauna, para qué flora en territorio de indios, negros y campesinos, mientras en la gran ciudad el brillo de los minerales y los avances tecnológicos ostenten poderío y riqueza a la gente de bien, qué importa lo que pueda pasar con esas gentesitas de aquellos lugares que nadie voltea a ver, solo los locos se han podido interesar.

Cómo puede una persona con todo un futuro por delante: joven, profesional, a quien se le ha dado la oportunidad de ser parte de la clase media -porque a la clase alta, a la gente de bien, solo ingresan algunos apellidos, aquellos cuyo nacimiento se dio en cuna de oro-. Cómo aquel joven clase media decide agarrar monte, dizque para luchar por justicia social, en vez de aprovechar las comodidades que la gente de bien le ha permitido tener. Es que esa locura de los guerrilleros, pareciera ser un mal contagioso que se expande cual pandemia y que día a día contagia a más, más y más personas.

La guerrilla es pa` locos, pero no se quién está más loco… si los guerrilleros o yo, que deseo ser una loca más.


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