La transición en la doctrina de seguridad
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Editorial Revista Insurrección Nº 860

Comando Central (COCE)

El Ministro de Defensa dice que se guiará por la Doctrina de Seguridad Humana para cambiar la gringa de la Guerra Perpetua contra el Enemigo Interno, mientras las Fuerzas Armadas (FFAA) siguen con esta hasta que la nueva cuente con la fuerza necesaria para imponerse.

Los Estados Unidos (EEUU) afirman que dejaran de derrocar y sabotear Gobiernos con políticas distintas a las suyas, pero por sus constantes visitas al actual Gobierno de Colombia parecen decididos a redireccionar los cambios en curso de tal forma que se amolden a sus intereses, así lo hizo la General jefe del Comando Sur Laura Richardson en su visita de la semana pasada.

Richardson fue hasta el Parque Natural de La Macarena en la Amazonía, donde pudo observar una esquina de la deforestación de 1,5 millones de hectáreas ocurrida bajo la sombra del Plan Colombia, cuando aviones de EEUU rociaron Glifosato a los cultivos de coca en un círculo vicioso sin fin de envenenar territorios, y empujar a los campesinos a seguir deforestando y sembrando cultivos de uso ilícito en un nuevo rincón; maléfica estrategia que explica por qué la mitad de la deforestación que ha sufrido Colombia en este siglo haya sido perpetrada en la Amazonía.

Este enorme daño medioambiental es otra de las nefastas consecuencias de la fracasada Guerra contra las drogas, que EEUU lleva adelantando desde hace 50 años y hasta donde se sabe no piensan cambiarla, ni han dicho que dejarán de tener amarrada a Colombia al carro de las Guerras eternas de la Otan, ni se conoce que se hayan retractado de su Doctrina de Seguridad Nacional impuesta desde 1947, por la cual declaran Enemigo Interno a los ciudadanos que se oponen a su modelo económico y a su régimen de exclusión violenta, Doctrina aplicada en el país por la oligarquía liberal-conservadora reforzada luego por la directiva gringa de 1961, que ordena hacer acciones terroristas con paramilitares contra las fuerzas opositoras de izquierda, la que fue consignada detalladamente en los Manuales de Instrucción y Operación de las FFAA vigentes hasta el momento.

Con esos siniestros antecedentes es totalmente increíble que ahora los EEUU manifiesten que van a respetar lo que llevan décadas destruyendo, y lo peor de todo es que el Presidente del Gobierno del cambio invite a las tropas gringas a cuidar la Amazonía, paso en falso que Colombia espera que rectifique.

Los pueblos indígenas de la Amazonía colombiana han declarado que consideran como un error histórico equiparar el cuidado de la selva con la militarización de los territorios ancestrales, cuando priorizar el cuidado de la selva ha sido el aporte milenario de los pueblos indígenas, no se puede hablar de Seguridad Humana dejando a un lado los sistemas milenarios de conocimiento; la respuesta no es la militarización, la respuesta es el fortalecimiento de la institucionalidad y el Gobierno propio indígena, por lo que esperan aportar a construir soluciones dialogadas que preserven la Amazonía como pulmón sano de la Madre Tierra.

El Presidente Petro por mandato constitucional está obligado a defender la soberanía nacional, él mismo ha dicho que el cambio está en salir de la violencia perpetua y construir la paz, en consecuencia Colombia exige que las tropas extranjeras y sus Bases Militares desocupen el territorio nacional, cesen sus operaciones dentro del país y que Gobiernos como el de EEUU respeten y no obstaculicen la decisión nacional de lograr la paz.

Siguiendo con el necesario cambio de la Doctrina de Seguridad vigente está el conflicto por las tierras despojadas a los indígenas, negros y campesinos, quienes ante la impunidad reinante que impide que se las devuelvan, realizan recuperaciones de dichas tierras y en vez de encontrar una respuesta de diálogo por parte del nuevo Gobierno han sido reprimidos, lo que interroga el cumplimiento del mandato popular de cambio que el Gobierno del Pacto Histórico ha dicho que va a cumplir.

El cambio está en dejar atrás el trato de Guerra a la protesta social, en que los que se manifiestan contrarios al depredador modelo neoliberal y al régimen antidemocrático que lo preserva, dejen de ser perseguidos porque el Estado los considera el Enemigo Interno; es trágica la transición de régimen que vive Colombia porque la maquinaria de Guerra contra el pueblo sigue activada, solo en el mes de agosto perpetraron 16 masacres y asesinaron a 16 líderes sociales y Defensores de Derechos Humanos; cuando se acaban de cumplir dos años de la Masacre de Estado llamada del 9S esta sigue cubierta por la impunidad, y todavía sigue la persecución contra la juventud que participó en el Estallido Social del año pasado.

La vieja Doctrina de Seguridad está hecha para resguardar el viejo modelo económico depredador que pare desigualdad social y desastre medioambiental, por lo que una transición a la Doctrina de Seguridad Humana exige cambios en dirección a reemplazar el viejo modelo económico, y las relaciones internacionales subordinadas a los intereses de los EEUU.


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