Los ricos dueños de la tierra y ahora del hambre
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Por: Victoria Torres, corresponsal de Antorcha Estéreo.

En los últimos días se ha hecho público que al menos seis entidades territoriales certificadas, a la fecha, presentan novedades de suspensión del servicio de alimentación escolar. La contraloría general ha informado que ha realizado llamados de atención a entidades territoriales para que le den cumplimiento a los principios de planeación, ejecución, seguimiento y cierre necesarios para llevar a cabo el Programa de Alimentción Escolar (PAE).

Según los informes en 6 departamentos se han presentado suspensión en la entrega del servicio de PAE, entre esos Antioquia, Cauca, Magdalena, Huila, Bolívar, entre otros; dando como resultado que más de 200 mil niños y adolescentes no reciban sus alimentos.

En nuestro país, según el Ministerio de Salud en el 2024 se presentaron 24.2261 casos de morbilidad en niños por desnutrición, siendo Vichada, Chocó y la Guajira los tres principales departamentos donde se presenta la más alta tasa de mortalidad en menores de 5 años por desnutrición aguda, moderada y severa.

En nuestro país, según el Ministerio de Salud en el 2024 se presentaron 24.2261 casos de morbilidad en niños por desnutrición, siendo Vichada, Chocó y la Guajira los tres principales departamentos donde se presenta la más alta tasa de mortalidad en menores de 5 años por desnutrición aguda, moderada y severa.

En departamentos como el Magdalena, dueños de fundaciones, ongs y demás, que han monopolizado la región, también se favorecen de los recursos del PAE como Manuel Joaquín González quien según el medio de comunicación ‘El informador’, por 4 años consecutivos ha tenido contratos para sus fundaciones para el manejo y suministro de alimentos en programas como el PAE. La familia Char también ha estado detrás de la corrupción en este programa en el Atlántico o con otras familias como la Navarro Polanía, que tienen el suministro de alimentos como su negocio; solo por mencionar algunos casos.

De toda esta corrupción y monopolio en las diferentes regiones del país, los niños y niñas son los más afectados. A pesar de la grave desnutrición en las regiones del país, los ricos dueños de empresas, de la tierra y ahora hasta del hambre del pueblo, usan los recursos de la gente para enriquecerse y sacar provecho para su beneficio, mientras el pueblo y en especial los niños se mueren de hambre.

Esta oligarquía que no permite gobernar, que violenta a las comunidades, que se apodera de sus tierras y que juega con el hambre de los niños, no solo intenta seguir disputándose el poder institucional sino que lo hace desde la fuerza contra el territorio colombiano, como sucede en diferentes zonas del país donde el conflicto armado se agudiza en tierras ricas en minería, oro, petróleo y demás. Es también cómplice del paramilitarismo y del terror sembrado en los territorios, buscando fortalecer su ‘seguridad’ a partir de la defensa de la propiedad privada que despoja a los más empobrecidos.

En efecto, seguiremos apostando desde todas las formas de lucha y resistencia, la defensa de la vida y de los territorios. Junto con iniciativas que busquen la soberanía alimentaria y el fortalecimiento del tejido social donde no dependamos de los grandes monopolios, sino de una soberanía de los pueblos como las huertas comunitarias y ollas comunitarias.

 


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