Más allá de los discursos ante el cambio climático
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Editorial Revista Insurrección Nº 869

Comando Central (COCE)

El Cambio Climático es un desastre que no afecta a todos por igual, mientras los países industrializados que son los que mayor daño hacen al planeta reciben una mínima parte de los impactos, los países pobres son los más afectados pese a que contaminan menos.

Durante cinco siglos el capitalismo ha sometido al planeta a una degradación sin límites producto de la hiperindustrialización y la expoliación de los bienes naturales, entre otros, devastación sufrida por el planeta y toda la humanidad, sostenida por una codiciosa y reducida élite con la finalidad de acumulación monopólica.

Acaba de concluir la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP27), que buscó desarrollar acciones conjuntas para mitigar los daños contra la Madre Tierra; las potencias que más Gases de Efecto Invernadero (GEI) lanzan a la atmósfera, reiteraron sus discursos justificadores, mostrando la escasa importancia que los grandes contaminadores dan a la preservación del planeta.

Las anteriores COP han declarado que existe una enorme brecha entre los compromisos gubernamentales de reducir las emisiones de gases tóxicos y lo que necesita el planeta para frenar el Cambio Climático. Los Acuerdos para disminuir la emisión de los GEI hasta ahora han resultado ser cosméticos, porque trazan metas para una transición energética pero se limitan a plantear medidas superfluas, ya que son conscientes que el problema no se resuelve disminuyendo emisiones, sino cambiando el modelo económico para dejar de producir y expoliar recursos en procura de amasar grandes capitales, oponiéndose a pasar a un modelo que produzca de acuerdo a las necesidades básicas de la población.

El Cambio Climático es el mal de nuestro tiempo y sus consecuencias devastadoras crecen cada día, por lo que urge detener la debacle medioambiental y para ello hay que reemplazar el actual modelo económico depredador que acaba al planeta y sus especies, entre ellas la humana, comenzando por resolver el uso excesivo de la energía proveniente de combustibles fósiles, como el petróleo, gas y carbón.

Por encima de los mandatarios del mundo está el poder de los emporios económicos, quienes para defender sus privilegios ofrecen medidas para ‘cambiar algunas cosas para que todo siga igual’; por tanto, la subsistencia del planeta y la humanidad, reposa en la movilización y lucha de la sociedad para lograr la construcción de un modelo económico equitativo, sustentable y proteccionista del planeta.

Revista completa: https://eln-voces.net/insurreccion-869/


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