Por: Cristian Becerra, corresponsal de Antorcha Estéreo.
El ejército sionista israelí bombardea la escuela de Hafsa Alfaluja del campo de refugiados de Jabalia, al norte de Gaza. Causando al menos 15 muertes y varios heridos entre los palestinos desplazados que se refugiaban allí, esta no es la primera vez que Israel ataca instalaciones civiles como escuelas y hospitales que sirven de refugio a desplazados palestinos. Ya son 22 escuelas en gaza en los últimos 2 meses. El proyecto de muerte y ocupación continúa, el pueblo palestino hace todo lo posible por sobrevivir frente a este genocidio planificado donde han desplazado aproximadamente al 90% de los 2,3 millones de habitantes de Gaza. Esta guerra desigual lleva casi un año, ha provocado mas de 41.000 asesinados, principalmente de mujeres y niños.
“No hay lugar seguro en Gaza, no tenemos nada. Todo el día estamos bajo bombardeos, vamos a un lugar nuevo y nos bombardean, huimos de ese lugar y nos vuelven a bombardear. El miedo esta por todas partes”. un niño palestino Jamil Abu odeh, de 11 años, relata como fue herido por un dron sionista cuando estaba en su habitación en una escuela de refugiados de la ciudad de Gaza. Mientras los niños de los ricos desean juguetes nuevos, Jamil solo desea que no le amputen la pierna.
Para el Estado asesino de Israel el pueblo palestino no existe, y así mismo esta sucediendo con los demás pueblos a su alrededor. Durante la madrugada del jueves, bombardearon en varios lugares del sur y el este del Líbano, después de una jornada que resulto con el asesinato de al menos 81 personas, en medio de los múltiples llamados internacionales de un alto al fuego.
¿Ante toda esta barbarie en este año quien responde? O cual debe ser la respuesta de los habitantes de estos territorios donde diariamente hay bombardeos, violaciones al derecho internacional humanitario. Se acaba de realizar la asamblea de la ONU y no hubo una medida que frene los ataques de Israel. Como quien dice, seguiremos recibiendo la noticia de asesinatos a niños inocentes que su único mal es haber nacido en estos pueblos. Nos encontramos con imágenes desgarradoras, tristes, impactantes, que exigen como individuos investigar lo que viene sucediendo en estos territorios del Medio Oriente. La historia arroja que desde hace muchos años resiste un pueblo ante un imperio que quiere pasar por encima de la soberanía, cultura y raíces originarias.
No es una lucha de ayer, no es que se quiera estar en guerra, es la lucha por la vida, por querer vivir, por querer ser. Ante esta amenaza lo único que queda es resistir, ante sus muertos lo único que queda es pelear.