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22 años atrás en 1999 y tras un proceso democrático en Venezuela, ascendía al poder político la figura de Hugo Chávez luego de una gran confluencia de movimientos sociales y políticos de izquierda en el país que posteriormente se llamó el Partido Socialista Unido de Venezuela PSUV.

Un periodo que comienza con la elección de una asamblea constituyente que promueve y aprueba una nueva constitución como forma de establecer un marco normativo para la nueva política social, proyectada desde el MBR 200 para incluir derechos que hasta ese momento no garantizaban la anterior constitución y que se orientaban a hacer frente a la desigualdad, exclusión y pobreza hasta ese momento reinantes, toda esta construcción siempre expresada por Chávez en la importancia de la participación política popular como parte de un nuevo modelo político, democrático, participativo y protagónico para el pueblo venezolano.

A partir de la nueva constitución surge el problema de como comenzar a resolver los problemas de pobreza, tierras, acceso a servicios y demás derechos básicos de la población por parte del nuevo gobierno, y se presenta la dicotomía entre optar por la construcción de un nuevo Estado eliminando el aparato existente, un camino que llevaría tiempo en poner en marcha políticas que impactaran positivamente a la población o por el contrario comenzar a usar el aparato existente para visibilizar ese impacto de manera inmediata también como parte de la consolidación del capital político para futuras elecciones en el país.

En esta discusión, sin una definición y objetivos a largo plazo claros más que la resolución de la problemática social nacen en 2003 las misiones sociales, una figura alejada de la institucionalidad de ese momento para atacar los principales problemas que aquejaban al país y que permitían como lo indicó Chávez alguna vez “atacar por debajo y con toda la fuerza”.

Estas misiones paralelas a esa institucionalidad existente derivan en problemas de falta de control político y económico por ser parte del ejecutivo nacional, que aunque permitían una agilidad administrativa en su ejecución podían convertirse en un instrumento de corrupción y desvío de recursos.

Entonces las misiones sociales se crean como estrategias para llegar a las comunidades, sectores y ubicaciones mas excluidas en ese momento para hacer y construir Estado socialista en donde no existía, una apuesta por la construcción desde abajo de una ideología y política que irradiara en la construcción del nuevo Estado socialista del siglo XXI.

Las misiones se intentaron institucionalizar en el 2007 a través de su inclusión en la constitución como forma de des-burocratizar la administración pública, reemplazar aparatos existentes y crear una nueva institucionalidad, referendo que fue perdido por el oficialismo en ese momento pero que no paró la estrategia andante de construir un modelo social, productivo, humanista y endógeno para Venezuela también como una estrategia de creación de poder popular para la participación en la gestión social de las misiones en cada nivel administrativo (estados, municipios parroquias) todo este aparato siempre financiado por la renta petrolera que en ese momento ya estaba en manos del gobierno.

Las misiones iniciales fueron llamadas planes, como el plan de alfabetización, el plan educación para todos, el plan de desarrollo de la educación superior, el plan red de servicios de atención primaria y especialidades ambulatorias entre otros.

Posterior al inicio de estos planes y recogiendo las experiencias de su ejecución se formularon las misiones de las cuales describimos algunas.

Misión Róbinson I: encargada de la alfabetización de la población que no había tenido acceso a educación básica.
Misión Sucre: encargada de fortalecer el sistema universitario nacional a través de la creación de universidades en todo el país y garantizar el acceso de los jóvenes a ella.
Misión Cristo: dirigida a combatir el hambre y la pobreza.
Misión Barrio adentro: un modelo de salud preventiva con presencia en barrios y zonas rurales del país.
Misión Zamora: encargada de la gestión de la tenencia de tierras.
Misión Negra Hipolita: dirigida a combatir la pobreza extrema y la indigencia.
Misión Ciencia: orientada al desarrollo científico de la nación.
Misión 13 de Abril: para la construcción de poder popular y la conformación de comunas socialistas.

Un total de 34 misiones fueron desplegadas con gran impacto en la población venezolana y mejorando notablemente los índices de pobreza, acceso a educación, alfabetización, acceso a salud y servicios de agua potable y saneamiento básico, sin embargo, este avance se vio en problemas debido a la crisis económica mundial del 2008 que bajó la renta petrolera y puso al gobierno a pensar en una estrategia que permitiera seguir financiando de la misma manera las misiones, nacen entonces las grandes misiones con un contenido mas holístico y se enmarcan en la institucionalidad tradicional (ministerios, viceministerios, gobernaciones etc.) lo que conocemos hoy como ministerios del poder popular, transformando parte de la burocracia tradicional y ampliando la participación en instancias políticas de nivel intermedio al pueblo organizado.

Se crean entonces un total de 8 grandes misiones que buscaron fortalecer los avances en materia social y económica de bienestar a través de estrategias de diversificación económica por medio de la soberanía tecnológica y energética sentando las bases para independencia económica de Venezuela en su arraigo a la renta del petroleo.

Lo anterior coincide con la intensificación de los ataques a la economía venezolana que comenzaron desde el mismo momento del ascenso al poder del chavismo pero que se incrementaron y fortalecieron desde 2015 a través de un bloqueo económico impidiendo la exportación y venta de crudo a países que son sancionados por USA si establecen relaciones comerciales, además del embargo ilegal de activos del gobierno en Norteamerica y la retención del oro en Europa, todo esto ha causado una baja en la calidad de vida de la población traduciéndose en la imposibilidad de seguir financiando las grandes misiones creando una inflación inducida en el país en menos de 5 años lo que no sucede en ninguna economía así esta este en manos inexpertas. Todo esto ha causado un descontento popular que ha sido usado por la derecha interna y el imperialismo para entorpecer políticamente la gestión chavista en manos de Nicolás Maduro, a través de las guarimbas inicialmente y de diversos intentos de golpes de Estado e incursiones armadas desde Colombia sumado a los ataques y saboteos del sistema eléctrico nacional y plantas productoras de crudo retrasando la producción y generando pérdidas para el Estado venezolano por miles de millones de dolares sin mencionar la matriz mediática creada por las grandes corporaciones comunicativas para implantar una opinión sesgada sobre la gestión del gobierno venezolano.

Aun con todos estos ataques y la situación económica adversa, el Estado venozolano ha seguido implementado estrategias para mantener las misiones como la Gran Misión Vivienda Venezuela, la Gran Misión Agro Venezuela, la Gran Misión A Toda Vida Venezuela entre otras que están orientadas a la defensa de las construcciones de los últimos años en materia social y de infraestructura.

Y aunque en los últimos años el chavismo se ha visto fracturado internamente en varias corrientes, es de esperarse que en las crisis la diversidad de pensamientos en la izquierda creen diferentes visiones sobre las formas de defender los logros obtenidos, con todo esto el oficialismo vuelve a ganar una elección popular en el 2020 dejando clara la hegemonía construida durante años y que no quiebra aun los ataques externos e internos contra un bravo pueblo que decidió ser libre y soberano.

La tarea del chavismo y el poder en Venezuela es seguir profundizando un Estado comunal bajo la base ideológica de la construcción de un poder popular capaz de crear sus propias políticas públicas con miras a la construcción de una economía diversificada y basada en la soberanía energética y alimentaria como una de las ultimas trincheras de defensa contra el capitalismo salvaje que rodea al país. El año 2021 proyecta giros importantes en la geopolítica latinoamericana con la vuelta de gobiernos progresistas en Bolivia, Argentina, Ecuador y posiblemente Brasil sin mencionar la correlación de fuerzas en Colombia en la búsqueda de una propuesta que aleje a la derecha del poder. El país bolivariano sigue siendo el centro de disputa por la hegemonía tradicional en América Latina y ante el golpe suave como estrategia rastrera para acabar con un gobierno legitimo devolverá en golpe su aguante y construcción de una visión económica y política en función de las mayorías venezolanas.


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