Por: Camilo Beltrán, corresponsal de Antorcha Estéreo.
A raíz de un fallo, el Tribunal Superior de Cartagena, ordenó a la cementera Argos, devolver 490 hectáreas a víctimas de despojo en San Onofre, Sucre. Los predios restituidos se encuentran situados en el corregimiento Palmira. Según la sentencia, los predios eran fincas altamente productivas, de familias dedicadas a la ganadería y a la agricultura, pero que a raíz del conflicto armado las vendieron a la empresa Argos.
En el marco de este fallo, se reconoce la condición de víctimas de las familias despojadas de sus tierras y se identifica que la empresa se benefició del miedo que tenía la comunidad para comprar las tierras. Pues investigaciones afirman que a partir de 2008, como lo señala la cementera y hasta aproximadamente 2011, Argos compró 6.600 hectáreas en los departamentos de Bolívar, Sucre y Cesar. Según afirma la empresa, lo hicieron siguiendo la invitación del gobierno de turno, que era el de Álvaro Uribe, de invertir en esa zona. Aunque en su momento la gobernación de Bolívar, alertó de la inminencia del riesgo de nuevos desplazamientos por las tensiones interiores originadas por la venta masiva de tierras.
Hay que recordar que el Grupo Empresarial Antioqueño GEA, es el dueño de la cementera más grande del país, Argos, también dueño de El Colombiano. En un informe de la Comisión de la Verdad y del Centro Nacional de Memoria Histórica evidencian que las afirmaciones sobre el despojo de tierras por parte de la empresa cementera Argos, están respaldadas por al rededor de 22 sentencias judiciales en su contra.
El informe del Centro de Memoria Histórica de 2010, plantea que la región Montes de María en Bolívar, es una de las regiones más azotadas por la violencia y el fenómeno de compras masivas de tierra. Además, en el informe de la Comisión de la Verdad se plantea que la empresa era ambiciosa y quería adquirir tierras de alta calidad a bajo costo. En ese sentido la cementera ha tenido que restituir más de 1.300 hectáreas que años antes habían sido vendidas por campesinos desplazados por la violencia. Pues Argos no ha sido reconocido como poseedor de buena fe de esas tierras, a pesar que quieran afirmar lo contrario.
Todo esto ha demostrado que los ricos y empresas de la burguesía por décadas han despojado al pueblo para intereses económicos, que en algunos casos transforman el modelo productivo y uso del suelo, generando afectaciones no solo hacia el pueblo sino hacia el medio ambiente, dejando a un lado la productividad de la tierra hasta secarla. Se han beneficiado de las víctimas del conflicto armado y del contexto de violencia de las diferentes zonas de nuestro país para crecer manchados de sangre, desplazamiento forzado y violencia sistemática contra el pueblo.
El Grupo Empresarial Antioqueño no es solo dueño de la empresa Argos, también controla el Grupo SURA y Nutressa. Estos ricos no solo han sido dueños de la empresa de cemento más grande sino de la empresa más fuerte de Salud y una de las más importantes empresas de alimentos.
Este fallo deja un precedente para el pueblo que ha sido víctima de los intereses y tentáculos capitalistas que han desangrado los territorios en las zonas más afectadas de nuestro país. Beneficiados y coordinados con el paramilitarismo, siguen violentando las comunidades y por eso desde la defensa popular y armada seguiremos defendiendo nuestros territorios, siempre junto al pueblo.
