Por: Antonio García, Primer Comandante del ELN
La política imperialista de balcanización, desarticulación de gobiernos, Estados y naciones ha sido práctica que vimos desplegar cuando la crisis de la Unión Soviética en la desarticulación de Yugoeslavia, luego en pleno furor a principios del presente siglo en Afganistán e Irak, a los pocos años clavó sus garras contra Libia; lo intentó en Siria sin lograrlo en ese momento, hoy está consumado.
Siria está en plena balcanización. El nororiente en manos de los EEUU a través de su proxy, los Kurdos (zona autónoma), ahí se encuentra todo el petróleo y la producción de granos. El noroccidente bajo control turco, hasta Alepo, consumando el sueño expansionista Neo-Otomano de Erdogan. Israel sigue ocupando, desde los Altos de Golán y penetrando hacia el interior cada vez más, hasta Damasco, aspirando a su viejo sueño de «El Gran Israel», como si Dios tuviese privilegiados.
Las fronteras y muchas áreas están bajo control de mafias y del narco, territorios que se prestan para los negocios de los señores de la guerra.
Ya se sienten las contradicciones entre los bandos que se disputan Siria. El nuevo gobierno «interino» de Al-Jolani le pide a EEUU que presione a Israel para que detenga sus incursiones y ocupaciones de territorio sirio. Los turcos insisten en que los Kurdos se desarmen y que EEUU no los siga respaldando, algo difícil por cuanto el control kurdo le garantiza a EEUU la apropiación del petróleo.
Occidente se esfuerza por lavar la imagen del dirigente del Estado Islámico, de ser quien decapitaba personas en masa y esclavizaba sexualmente a niñas y mujeres, ahora lo presentan como un líder moderado y moderno, en sintonía con los valores de la «democracia occidental», mientras persisten asesinatos y trato brutal contra las personas de las otras etnias. Sin duda, en ese escenario de balcanización hace posible que en Siria se concrete el soñado «Estado Islámico» agenciado y promovido por Occidente.
Todo intento de construir caminos de independencia desde los pueblos, ha sido condenado como objetivo para aplicar la “guerra de balcanización”, por parte de occidente. Al final dichos Estados han terminado destruidos y junto con ellos sus historias, por años y décadas, al final los pueblos volverán a reencauzar la lucha para reconstruir la vida y la historia. Para fortuna de la humanidad, los imperios cuando mueren, lo hacen definitivamente, en cambio los pueblos siempre siguen viviendo.
Ciertamente, las bandas terroristas takfiries que tomaron el poder en la República Árabe Siria son creación de Estados Unidos y su perro guardian en Asia Occidental -la entidad sionista – y, como tal, son ejecutores de sus proyectos geopolíticos y geoestrategicos para la región, ejemplo de ello, es el «Nuevo Medio Oriente» anunciado en las asambleas generales de la ONU en 2023 y 2024 por ese pequeño Hitler que oficia como Primer Ministro de la entidad sionista. Ahora bien, pertinente señalar que, en términos estratégicos, la entidad sionista está derrotada toda vez que eligió como objetivo central un imposible: «destruir» a Hamas y a Hizbullah…