Por: Antony Beltrán, corresponsal de Antorcha Estéreo.
Continúa la polémica en la ciudad de Cúcuta, por el mural que se encuentra a un costado del puente Carlos Ramírez o puente San Mateo y que tuvo dos intervenciones durante las últimas semanas.
El conflicto comenzó el domingo 26 de enero de 2025, cuando jóvenes y líderes comunitarios borraron un mural en el que la élite del Estado supuestamente habían invertido 100 millones de pesos, el que solamente representaba la fauna y flora local. Los artistas lo intervinieron con mensajes como: «NO A LA MILITARIZACIÓN – PAZ CATATUMBO».
Estas son las palabras de uno de los artistas que ha vivido en carne propia la guerra impuesta por el Estado: «…ya se necesitaba una renovación de pintura, borraron las memorias del estallido social, fueron tapados con un gasto excesivo de la administración anterior, pero un mensaje de naturaleza bonita que no dice nada. Nosotros plasmamos un mensaje que reivindica lo que esta sucediendo en el Catatumbo, acá no nos manda nadie, somos un grupo de personas que tomaron la decisión…»
En este momento el mural tiene la bandera de Colombia que había sido plasmada durante el fin de semana por otros opositores, sobre ella un mensaje incompleto con la palabra «paz», manchada con pintura roja como resultado del breve enfrentamiento entre jóvenes y las fuerzas armadas del Estado, que llegaron para atropellar a quienes querían dejar plasmado en la pared la historia, la realidad de un pueblo con un mensaje de conciencia y paz.
El conflicto que también se vive en las ciudades, nunca se acabará con más militarización en los territorios, es necesario reconstruir el tejido social en defensa de la vida. El plan contrainsurgente impuesto por el imperio, sigue su marcha delante de los ojos de un gobierno que no ha tenido el valor de defender a los más pobres, de un enemigo que asesina y explota a las hijas he hijos de su mismo pueblo.
La superación del conflicto social y armado, se logrará con las transformaciones estructurales que Colombia necesita y que siguen siendo bandera de lucha para el ELN; además el pueblo colombino debe ser el principal protagonista y motor de estos cambios.
Cuando hablamos de cambios para el pueblo colombiano es que toda la población tenga acceso a los bienes naturales, que haya una verdadera reforma agraria, redistribución de la tierra, que beneficie a los empobrecidos y olvidados por el Estado; acceso a la educación pública y gratuita, donde el conocimiento no quede en manos de los más privilegiados, que todas y todos cuenten con los servicios públicos básicos que hace parte de una vida digna.
