Una parodia de justicia
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Antonio García, Primer Comandante del ELN

Hace dos meses, cuando se leyó la acusación a Uribe Vélez, dijimos que seguramente aparecerían las argucias y marrullerías para enredar la justicia, en el estilo propio de esta élite emergente. Hace una semana, ese vaticinio se cumplió. Es obvio que en un Estado tan corrupto y mafioso, la justicia mire de refilón y siga de largo.

Como ha sucedido en tantos casos en otras latitudes, estos procesos contra dictadorzuelos poderosos terminan demorándose años y hasta décadas, más cuando se trata de quien ha manejado los hilos de un poder mafioso, que atestó de corrupción todas las ramas del Estado. De todas maneras, es un hecho histórico, que Uribe Vélez siga inmerso en un proceso judicial que ya lo condenó, aun con la reciente reversada del Tribunal Superior de Bogotá y con el seguro tercer capítulo, que será el recurso de casación que interpondrán los demandantes.

Ahora, pase lo que pase, compren y tuerzan la justicia o haya una histórica ratificación de la condena, que contradiga esta segunda instancia, no puede olvidarse que Uribe Vélez es responsable de la creación e impulso de grupos paramilitares, por tanto, de los asesinatos y masacres que estos cometieron y que, incluso, los propios ejecutores han confesado quien daba las órdenes. Es casi imposible que exista una justicia desde el Estado, así haya más de 6.402 motivos para condenar al incitador de tales asesinatos de personas inocentes en estado de indefensión.

El país sabe de la responsabilidad en dicha cantidad de crímenes atroces, que la memoria de las víctimas jamás olvidará. Tendría que ser una justicia popular o en un nuevo modelo de sociedad donde se le condene. Mientras sea con la actual justicia, serán mafias con toga absolviendo a bandidos y criminales. De todas maneras, sigue siendo muy loable el papel de los movimientos y organizaciones de víctimas, que tratan de obtener justicia.

Resulta ser una parodia de justicia este nuevo capítulo del caso Uribe, por demás insólito, por cuanto su abogado defensor resultó condenado y su cliente libre.


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