Editorial FGUN
Así lo expresó Mancuso: “fue parte del teatro de operaciones, poner en escena un teatro de terror, un teatro que impactara, que el enemigo viera… las consecuencias que me va a pasar… consecuencias que estoy viendo reflejada en todos esos cuerpos que quedaban tendidos en las zonas de operaciones donde estábamos”.
Para el caso de Cúcuta, Norte Santander, el Frente CGVV en sus memoria cuenta que: entre los años 1999 al 2005, es conocido como arremetida paramilitar en Cúcuta, realizada en el marco de objetivos nacionales, el paramilitarismo en Colombia es definido en la “refundación de la patria” , donde se expande el poderío paramilitar a ciudades intermedias del país con la pretensión de llegar a una negociación con el Estado, con garantías de no extradición y además hacerse a los negocios ilícitos como el narcotráfico y contrabando.
Objetivos que no hubieran sido posibles sin la garantía y apoyo de la fuerza pública, instituciones públicas (administraciones municipales, la gobernación, la representación en el Congreso, las corporaciones autónomas regionales, la Fiscalía, el DAS), empresas privadas y la casta política local, que procedieron en forma de enlaces articulados en jerarquías, subordinados con responsabilidades y planes de trabajo para llevar a su realización esta abominable dominación.
Fue así que por medio de masacres, desplazamientos, despojos, asesinatos a líderes políticos y sociales, cobro de impuesto, desapariciones, entre otros. Los paramilitares de Castaño y posteriormente de Salvatore Mancuso irrumpen en el escenario urbano de los sectores populares de Cúcuta, desarrollando la estrategia de control territorial y contrainsurgente de la ciudad, su área metropolitana y la zona de frontera. Es así como paramilitares, narcotraficantes, multinacionales y oligarquía todos en una sola voluntad, conciertan para el control integral de este corredor estratégico, dominación que hoy en día aún se mantiene campante.
O sino vayamos a las palabras del ex jefe paramilitar del Frente Fronteras, Jorge Iván Laverde alias “El Iguano”: “En pocos sitios del país como en Norte de Santander, el paramilitarismo de Colombia logró articular de manera tan clara y contundente su proyecto de tomarse todos los niveles de poder”. En Juan frío, Norte de Santander, por orden de los paramilitares Castaño y Mancuso, se usaron hornos crematorios como forma de exterminio y generaron las rutas de la muerte.
Hoy como ayer este pueblo de Bolívar, con fuerza y dignidad seguirá luchando por ideales de justicia, paz y soberanía. Seguirá escribiendo páginas de resistencia popular. Que viva la esperanza, que continúe la causa noble y justa de hacer de nuestros territorios, territorios para la vida y la paz.
Por lo anterior el ELN toma como fundamental la participación de la sociedad en las trasformaciones por la paz y considera que cualquier construcción de la paz pasa por la verdad, justicia, reparación a las víctimas y por supuesto la NO repetición.
¡Colombia… Para Los Trabajadores!
¡Ni Un Paso Atrás… Liberación O Muerte!
FRENTE DE GUERRA URBANO NACIONAL
COMANDANTE EN JEFE CAMILO TORRES RESTREPO
EJÉRCITO DE LIBERACIÓN NACIONAL
Ciudades de Colombia
Mayo de 2023
